miércoles, diciembre 31, 2008

FELIZ AÑO NUEVE

Quienes vivimos en estos tiempos hemos tenido ocasión de vivir acontecimientos numerológicos muy especiales: dos años con nombre de rebajas, como el 1995 y el 1999; el cambio de año, siglo y milenio todo en uno - que nunca nos pusimos de acuerdo en si fue del 99 al 2000 o del 2000 al 2001 -; en todo caso, vivimos un número redondo, el 2000, y otro marcado por el cine futurista, el 2001; vinieron dudas de si nombrar a los dosmiles (¿se llamará así esta década? ¿Después de los ochenta y los noventa, los "dosmiles"?) con artículo; tuvimos dos capicúas, el 1991 y el 2002 (habrán de pasar ciento diez años hasta que se produzca una confluencia numérica similar, en el 2112)... Y ahora, no querría por nada del mundo dejar pasar esta oportunidad histórica de hacer una síntesis entre la felicitación del Año Nuevo y el número de éste, así que me desmarco de mi apatía, y lo felicito a mis lectores, más por el chiste que por el detallismo, todo sea dicho. Espero haber sido el primero en darme cuenta de ello.

¡Feliz Año Nueve! O, si lo prefieren, al revés: Feliz dos mil ¡Nuevo!

domingo, diciembre 21, 2008

EL SECRETO DE PARAR PENALTIS Y OTROS SECRETOS

Ayer jugué al fútbol sala, con resultado dispar. Finalmente ganamos, y en lo que a mí respecta defendí el resultado con uñas y dientes en los últimos minutos. Pagaba así el karma de dos cantadas que nos supusieron los dos primeros goles en contra. En mi descargo, debo decir que jugamos con un balón de fútbol, que es más grande y ligero que el de fútbol sala, y cuyo comportamiento físico es distinto. Pero también, todo hay que decirlo, paré un penalti. En esta ocasión, probablemente el tamaño y peso del balón me benefició. En un disparo a puerta, es más difícil de dirigir, coge menos velocidad y es demasiado grande para la portería. Pero lo paré.

¿Y cómo se para un penalti? A lo largo de mi carrera de guardameta, he parado muchas penas máximas. Otras me las han marcado, pero no sería descabellado pensar en un porcentaje de 50/50. 40/60, para asegurar. E incluso 30/70 si lo prefieren. Creo que no es mal resultado. Por eso, me siento autorizado a hablar de mi sistema para pararlos. La cosa consiste únicamente en mantener una postura física de alerta, con la energía concentrada, talones levantados prestos para estirar cualquiera de las dos piernas, y brazos relajados, pero atentos. La vista ha de fijarse en el balón, sólo en el balón y nada más que en el balón, de modo que, en el momento en que éste salga despedido, uno se mueva en dirección a su trayectora para interceptarlo. El mismo método he segido desde mis comienzos en portería de fútbol, más grande.

Ya sé que hay muchos colegas partidarios de la anticipación, que miran las piernas del delantero, la carrera que hace, etcétera, elementos todos con los que te pueden engañar. Ese método es puro azar. Otros, más teóricos, llevarán aprendidas las estadísticas de su contrario: por dónde ha tirado los últimos penaltis, con qué tipo de disparo se siente más seguro... y también se tirarán antes de tiempo, concendiendo una ventaja al contrincante. Las estadísticas tienen valor conclusivo sobre los datos pasados, no adivinatorio de los datos futuros, y el único penalti que cuenta es el que te van a tirar ahora. Es cierto que si uno se tira antes de tiempo, va a llegar más lejos, pero ¿adónde? Si coincides con el balón será por casualidad. También es verdad que al esperar a que el balón salga despedido, es muy posible que lo haga con tanta fuerza y velocidad que no puedas alcanzarlo. De acuerdo, te meterán gol, pero al menos lo habrás intentado correctamente. ¿O acaso no ven el gesto mezclado de rabia y de orgullo del portero que se lanza hacia el balón y no llega a alcanzarlo por apenas unos centímetros? Qué diferente de la retirada vergonzante del arquero que se tiró sin ton ni son para el lado contrario de la pelota. Sí, lectores, con mi sistema no se paran todos los penaltis, pero sí más de los que podría pensarse. Y se paran con la satisfacción de las cosas bien hechas.

Continúo con una curiosidad. Si el deporte es salud, ¿por qué había un dispensador automático de desfibriladores en el polideportivo?

Y termino con un aforismo, que no viene a cuento, pero que se me ha ocurrido:

- El paraíso consiste en aceptar que no hay paraíso.

martes, diciembre 16, 2008

CUENTOS ÚLTIMOS (HIPERBREVES 2)

EL PRÍNCIPE ENCANTADO
- ¡Venga ya! Le dijo la princesa al sapo. ¡Qué vas a ser tú un principe!

CAPERUCITA ROJA
- No me líes - le dijo Caperucita al Lobo cuando éste le propuso lo del atajo.

LA CENICIENTA
... Y sucedió que la hermanastra mayor de Cenicienta calzaba su mismo pie.

BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANITOS
- Esa cara de pena no te va a servir de nada - escupió el cazador poco antes de fusilar a Blancanieves, según encargo expreso de la bella reina, a la que el cazador pensaba camelarse más por ambición que por verdadero amor, aunque, bien pensado, estaba también bastante buena. Más que Blancanieves, porque, no sé por qué, pero es un hecho que las personas un poco perversas provocan un morbo del que carecen por completo las gentes ingenuas, sencillas, simples y pavisosas como Blancanieves.

BLANCANIEVES RELOADED
- ¿Una manzana? No, muchas gracias, no me gustan las manzanas - dijo Blancanieves (lógicamente en una versión distinta de la que acabamos de ver).

LA BELLA Y LA BESTIA
- Papá, sé fuerte, aguanta con la Bestia unos días, mientras veo la manera de sacarte de aquí - dijo Bella, que, además de bella, era muy escrupulosa.

LA BELLA DURMIENTE
El rey no quería problemas, y le encargó la organización del bautizo al Corte Inglés, incluido el envío de invitaciones. Llegaron sus cuatro hermanas, las tres hadas y la bruja. Aunque ahora habrá que cambiarle el título a este cuento.

RAPUNCEL
- ¡Quiero cambio! - dijo Rapuncel al entrar en la peluquería, harta ya de su larga y lacia melena rubia.

Y DOS COMODINES:

1.- Ya no tengo ganas de contar otra vez la misma historia - dijo el narrador

2.- Había una vez... y ya no hubo más.

viernes, diciembre 12, 2008

BLAKI Y EL DETALLISMO

Como cada diciembre, pasada la Inmaculada, he recibido una tarjeta de felicitación de Blaki. No es un christmas al uso, de doble hoja, con una estampa navideña: es una cartulina de color con una caricatura suya, cada año distinta, por un lado, y un mensaje por el otro original, divertido y afectuoso, escrito con letra grande, grandísima, enorme.

Lo conocí en la Segunda Bienal Anual de Humor en Comunidad, mi primer trabajo "serio". ¿Más serio que dar clases particulares de latín? Bueno, digamos que de mayor cuantía. Blaki iba a hacer un número de mimo en la inauguración de la exposición de humor gráfico en el Albéniz, y me encargaron del seguimiento de que todo estuviera preparado en el teatro para la actuación. Básicamente, que el camerino estuviera dispuesto. Corría el año 88. Bueno, en realidad no corría: el tiempo transcurría más despacio por aquel entonces. En diciembre de ese mismo año recibí la primera felicitación navideña de mi nuevo amigo. Y no he dejado de recibirlas desde entonces.

Durante muchos años, le contestaba con otra tarjeta. Es más, aprovechaba el puente de la Inmaculada para escribir y enviar veinte o treinta christmas, todos diferentes, originales y afectuosos, porque era, y me gustaba ser, detallista. No me importaba recibir contestación sólo de algunos de ellos; más me incomodaba, de pronto, recibir una tarjeta hacia el 2 de enero de alguien a quien yo no hubiera felicitado antes. Me pillaba desprevenido, casi sin tiempo para que mi contestación entrara en el periodo navideño. Aparte de que, por supuesto, quedaba patente que era una contestación de compromiso; o sea que, por lo que fuera, no había entrado en mi listado de felicitaciones.

Pero fue pasando el tiempo, y mi detallismo voluntarioso empezó a pesarme. ¿Cuántas tarjetas comprar? ¿Veinte? ¿Menos? ¿Treinta? ¿Más? Valoraba el absurdo estrés de extender o limitar mis felicitaciones y por la posibilidad de incomodar con mi tarjeta a quien no suele escribir y, al contrario, quedar mal con quien sí escribe, pero tú no caíste en él. Algún año tuve dificultad para encontrar momento de comprar tarjetas, o no tuve oportunidad de hacerlo, hasta que finalmente un día renegué definitivamente de este detallismo. Dejé de escribir para sólo contestar, y luego dejé de escribir totalmente para sólo mandar sms... y ahora sólo contesto mensajes en nochebuena, y mando alguno en fin de año. Y así, año tras año, cumplo el rito solemne de quedar mal con el Corte Inglés y con Blaki.

El detallismo parecería una cualidad formal, ordenada, burguesa, como de manual de buenas maneras, y sin embargo, ahora que la tecnología pone a nuestro alcance la felicitación instantánea, casi parece más burgués y más clase media enviar un correo electrónico desde el portátil o un sms por el móvil. Tomarse la molestia de comprar una tarjeta navideña ya es casi un ritual, y dibujarla uno mismo o encargarla a otro amigo dibujante, y mandarla a imprimir para escribir uno a uno a tus amigos y conocidos es un acto personal y artístico, es "ir a la contra", es bohemia, es anarquismo, es humor.

No he vuelto a ver a Blaki desde el estreno en mayo de 1990 de Robin Hood Crusoe, al que tuvo la amabilidad de venir. Pero cada Navidad entra en mi casa su felicitación recordándome que tiene mi nombre en una agenda y que, cuando la abre, se acuerda de mí y me sigue teniendo el mismo aprecio y cariño. Es recíproco, Blaki, aunque no te conteste. Tu tarjeta me hace joven y el trazo firme y generoso de tu caligrafía me dice que tú también lo eres.

Que haya mucha Paz y mucha Alegría en estas fechas, Blaki, y que el 2009 te siga dando tanta energía y buen humor. Muchas gracias por acordarte de los amigos. Un abrazo.

miércoles, diciembre 10, 2008

HIPERBREVE

(Entre estudio de japonés y examen de japonés, Sakura se refirió ayer a la literatura hiperbreve, y recordé que yo había hecho mis pinitos en ese campo, así que decidí compartir mis cuentos con el mundo. Mi primera idea era publicar uno por post, y tener así material para actualizarme durante un par de semanas, pero me parece que no son lo suficientemente buenos para publicarlos en solitario. Tampoco lo suficientemente malos como para desistir de la idea, así que ahí van).

CUENTOS PARA DORMIR A LOS NIÑOS EN UN SEGUNDO
CUENTOS PARA ASUSTAR A LOS NIÑOS
CUENTOS DE LA VIDA MISMA

1.- Había una vez un país tan lejano tan lejano que nunca se supo con certeza dónde estaba, qué pasaba dentro ni qué fue de él. Y a nadie le importó.

2.- Había un rey que tenía tres hijas, y se le murieron las tres.

3.- Había una vez un príncipe tan tímido que besó a la Bella Durmiente en la mejilla y ella nunca despertó.

4.- Había una vez un príncipe tan humano que aceptó dinero de la madrastra de Blancanieves y no fue a salvarla, aunque el castillo que se hizo, bien pensado, mereció la pena.

5.- Había un leñador que tenía tres hijos, pero los tres consiguieron salvar y rescatar a la princesa. Los tres eran igual de buenos, fuertes, guapos y fantásticos, y no tenían mas vicio que el juego... Al final, vivieron la princesa y los tres hermanos, los cuatro, juntos en el mismo castillo, sin casarse ni nada con ninguno. Yo no sé lo que pasaría ahí dentro, una inmoralidad, seguro.

6.- Había un rey que murió. Y nunca más se supo.

7.- Había una niña muy guapa que creció y dejo de ser una niña.

8.- Había un príncipe tan prudente que no se le vio el pelo en ningún cuento.

8'.- Había un príncipe tan prudente que ni lo hubo.

8''.- Había un príncipe tan prudente que no nació.

9.- Había una vez un niño que tenía mucha imaginación. Hasta que creció y dejó de tenerla.

10.- Había una vez un hombre que nació, creció y murió.

11.- Había una vez una bruja... Seguro que la conocéis.

12.- Había una vez una bruja... No, no es ésa en la que estás pensando.

13.- Había una Blancanieves con una lengua tan venenosa que, al morder la manzana, se murió la manzana.

jueves, diciembre 04, 2008

DIARIO DE UN FRIOLERO

Petite Siberia, día 49 del otoño de 2008

Petite Siberia es un lugar donde no hace mucho frío, pero nunca hace calor; donde no hace mucho frío, pero nunca estás bien templado; donde nunca hace mucho frío... pero un poquito sí. Yo trabajo en Petite Siberia.

El otro día me cambié de sitio a un puesto más protegido que estaba desocupado, pero la profundidad de visión era mucho menor, y la sensación de una paradójica corriente quieta de aire frío por debajo de la mesa era la misma, así que he vuelto a mi mesa habitual. Estoy a un lado del pasillo. Por delante de mí tengo toda la sala, el distribuidor y más allá se ve el otro ala. Detrás de mí, sólo otra fila de mesas, y las ventanas, pero allí no termina el pasillo, sino que dobla en ángulo recto en dirección contraria a las mesas y lleva a una salida de emergencia.

Y me pregunto ¿es fumar una emergencia? Porque es aquí adonde salen todos los fumadores de la sala a fumar. No tengo nada en contra, es la salida que tienen más a mano, si bien el lugar presenta algunos inconvenientes para esta actividad que se deberían tener en cuenta: Uno, que la puerta no se puede abrir desde fuera, de modo que, mientras fuman, deben mantener abierta la puerta para poder entrar, con la consiguiente entrada de frío y salida de calor. Dos, que la puerta cierra mal, con la consiguiente entrada de frío y salida de calor.

En los días de viento, se escucha batir a un lado y a otro a esa puerta desencajada en su quicio. Por eso, cuando noto en mis piernas el lento discurrir del frío, me levanto y compruebo si la puerta está bien cerrada. Huele mucho a tabaco la zona, lo que me indica que muchas veces no "se sale" a fumar, sino que se fuma desde dentro. Noventa y nueve de cada cien veces tocas la puerta con el dedo meñique de la mano izquierda y la puerta se desplaza, así que la tengo que cerrar yo, que, según parece, y a pesar de haber sido tradicionalmente una persona poco dotada para habilidades manuales, me he convertido en el único de toda el ala que sabe cerrarla.

Pero el afán didáctico mueve mi vida y he pegado, a ambos lados del cristal, unas sencillas y claras instrucciones, que ahora comparto con el mundo.


Compañeros, el trabajo, como la vida, es un constante juego de superación. Las condiciones actuales nos obligan a un permanente ejercicio de adaptación a los nuevos tiempos. Con creatividad, atención y esfuerzo común podremos superar todos los retos que se nos presenten. Incluso, aunque parezca mentira, el de dejar cerrada esta puerta de emergencia cada vez que volvamos de fumar. Para ello, el departamento de “Esapuertaquehaycorriente”, ha elaborado las siguientes

INSTRUCCIONES PARA CERRAR LA PUERTA:

1. ASIR LA BARRA TRANSVERSAL DE LA PARTE INTERIOR DE LA PUERTA.

2. HACER UN MOVIMIENTO SECO Y ENÉRGICO DE TRACCIÓN (NO DE ARRASTRE), HASTA ESCUCHAR UN CONTUNDENTE “¡BLAM!”.

3. COMPROBAR DE UN VISTAZO EN EL QUICIO DE LA PUERTA QUE NO HAY HOLGURA. SI LA HAY, VOLVER A ABRIR Y REPETIR LOS PASOS 1 Y 2.

4. SI NO HAY HOLGURA APARENTE, CONFIRMAR QUE LA PUERTA ESTÁ FIRME EN SU POSICIÓN DE “CERRADA”, EMPUJANDO SOBRE EL CRISTAL HACIA AFUERA. SI LA PUERTA SE MUEVE, SIGNIFICA QUE NO ESTABA REALMENTE BIEN CERRADA. SE IMPONE, ENTONCES, VOLVER A ABRIR Y REPETIR LOS PASOS 1,2 Y3.

5. SI LA PUERTA NO SE HA MOVIDO DE SU POSICIÓN, SIGNIFICA QUE LA HAS CERRADO BIEN, ¡ENHORABUENA!

miércoles, noviembre 26, 2008

DENUNCIA: NO A LOS SMARTS EN BATERÍA

En aras a una correcta y pacífica convivencia automovilística y habida cuenta de que el espacio para aparcar es limitado, es hora de pactar algunas normas básicas.

- Si llevas más de dos años sin mover el coche de su sitio, ya te han escrito "Lávalo guarro" tres veces y la lluvia ha arrastrado los mensajes, la chapa se ha empezado a poner roñosa y los neumáticos se han cuarteado, no renueves más la tarjeta de aparcamiento. Dalo de baja, anda, y libera un espacio.

- Si tienes dinero para comprarte un coche de lujo de más de cinco metros de largo, cómprate un garaje o alquila una plaza y déjanos vivir a los pobres.

- Si te has comprado un smart biplaza con la idea de poderlo aparcar en cualquier sitio, apárcalo en cualquier sitio... pero en línea. De otra manera estarás desperdiciando un bien muy preciado como es el espacio de aparcamiento. El smart cabe en huecos donde no cabría ningún otro coche. Busca esos huecos, y reserva las plazas en batería para vehículos que las ocupen completas.

El mundo se verá libre de mucho odio y frustración con que sólo hagáis un pequeño esfuerzo, ¡hijosdep...!

martes, noviembre 25, 2008

ANTICRÍTICA DE CINE

Este fin de semana fui al cine, pero no soy ningún entendido como para hacer una crítica en condiciones. Sí critiqué a mis amigos que sacaran una entrada en la fila 7 para ver una película de acción. Desde mi butaca no se podía ver la pantalla entera de un solo vistazo, y las persecuciones resultaban más desconcertantes que emocionantes, porque nunca me enteraba de si el que disparaba era el bueno o el malo (¡todos vestidos de traje oscuro y en coches del mismo color!). En todo caso, lo importante era vernos los amigos, que ya hacía tiempo. De otra forma, nunca hubiera ido a ver "Quantum of Solace" (en traducción macarrónica: Cuánto solazo hace).

Casi me muero del susto cuando mi amigo Dani, ya sentados en las butacas, me pregunta: ¿Tú has visto "Casino Royale"? ¡Por supuesto que no! "Es que creo que ésta es la segunda parte", me advierte. Vino a mi recuerdo la más infausta proyección a la que nunca he asistido ni, seguramente, asistiré: "Las dos torres", la segunda parte de la trilogía del Señor de los Anillos. Fui sin haber visto la primera peli... y, bueno, la segunda tampoco es que la viera mucho, porque estaba todo oscuro permanentemente, había batallas en que no sabías de qué parte estaba cada uno ni de quién era cada parte del cuerpo que se veía en la pantalla. Un horror. No fue así la de James Bond. Poco a poco, pude ir enterándome más o menos de qué pasaba, dejarme llevar por el devenir de los acontecimientos, y hacerme una idea general de lo que pretendían los personajes principales.

En estos días he tenido ocasión de pensar en lo que vi, reflexionar, darle vueltas y elaborar una opinión sobre la cinta. Advierto, en todo caso, que se trata de un comentario sobre una película, de modo que si hay algún lector al que le gusta ir al cine desnudo completamente de prejuicios y condicionamientos, es mejor que no lo lea, si bien he procurado no dar muchas claves, para no estropearle la sorpresa a quien todavía no haya ido y quiera ir a verla (que no seré yo quien se lo impida, pero tampoco quien le anime). He aquí, pues, muy en síntesis, muy resumido, lo que, para mí, viene a ser la cuestión principal de la nueva de 007:

La chica es monilla.

jueves, noviembre 20, 2008

CARPACCIO DE MANZANA (FUJI)

libDespués del éxito obtenido por mis entradas "Anatomía de un croissant" en julio de 2007 y "Ganas de níspero", en mayo de este año, muchos (decir muchos es como decir ninguno) han sido los lectores que me han insistido para que hable sobre el tema. ¿Cómo te comes tú las manzanas? Me preguntan unos. ¿Cuál es tu fruta favorita del invierno? Dicen otros. A los segundos les diré que no hay en las estaciones frías una fruta que goce de mi favor y preferencia como lo hacía en esa corta primavera el níspero. No obstante, mis buenas costumbres me llevan a traerme a diario en los días laborables un plátano y una manzana fuji.

De entre las manzanas, eso sí, prefiero la fuji por su sabor ligeramente ácido, no tanto como la granny smith que en su día me cautivó con su intenso color verde, y su textura dura, resistente y al mismo tiempo jugosa, tan diferente de la textura harinosa de las starking y del tacto blandurrio de las golden (parecería pedir que se llamaran hutch como la pareja televisiva) o las reinetas. Mención aparte merece la verde doncella, que comparte con las fujis las dos cualidades antes mencionadas, mejorando incluso el sabor y, sobre todo, el color. Ese verde tan blanco que parece una luz me parece uno de los colores mejor logrados en el campo de la agricultura (en el campo del campo, vamos). Se da la circunstancia, además, de que su nombre en español me las hace más simpáticas. Sólo prejuicios en torno a la diferencia de precios me llevan a ser más consumidor de fuji que de verde doncella.

Y ahora, a lo que vamos: ¿cómo me como yo las manzanas? Como podréis suponer, no lo hago como el común de los mortales, partiendo la pieza en cuatro cuartos, para luego descorazonar y pelar cada parte. Lo he hecho así durante buena parte de mi vida, no lo niego, hasta que encontré mi manera de comer manzanas. Todo hombre debe encontrar su lugar en el mundo y su forma de comer manzanas. Bien, yo ya tengo lo segundo. Mi manera de comer manzanas consta fundamentalmente de dos partes: el pelado y el cortado. Porque, por supuesto, las pelo. Pero, diréis, ¿no se supone que en la piel es donde están las vitaminas? Pues sí, se supone, pero también es la parte de la manzana que ha estado en contacto con el suelo, con las manos de todos los distribuidores y que ha sido muchas veces encerada y abrillantada con Dios sabe qué productos para parecer más atractiva a la vista. Así pues, la pelo.

¿Cómo la pelo? Trato al pelarla, como en general con cualquier fruta, especialmente la naranja cuando la comía, que me quede una única monda en espiral, detalle éste complicado, especialmente por el punto de inicio en el hundimiento alrededor del rabito. Comienzo, pues, por ahí, con mucho cuidado, metiendo la punta del cuchillo, haciendo un giro centrífugo que me lleve la continuación del corte hasta la parte alta de la manzana, en la que ya puedo manejarme con el filo del cuchillo. Mi atención, a partir de aquí, se pone en que el corte sea lo más superficial posible para aprovechar el máximo el cuerpo de la fruta, manteniendo, por supuesto, una única monda.

Pelada ya la manzana, paso al siguiente punto, el corte. Podría, claro, comérmela a mordiscos. También lo he hecho en mi vida, y sin pelar la fruta, y debo decir que, después de mi manera actual de comer manzanas, es la forma en que más podría gustarme. Pero no lo hago así. Habiéndose uno ya pringado y teniendo un cuchillo en la mano, lo apropiado es usarlo. Y he aquí mi originalidad, que hago sobre la manzana un finísimo corte para sacar una rodaja casi traslúcida a través de la cual se vislumbra el filo del cuchillo al otro lado. Y según la he cortado, me la llevo a la boca, y paso a hacer el siguiente corte. Y así sucesivamente hasta casi llegar al corazón. Le doy entonces a la manzana un giro de noventa grados, y empiezo a lonchearla desde otro sector, repitiendo así la operación hasta llegar al centro. Un nuevo giro, y más cortes milimétricos, sacando, claro está, cada vez lonchas de menor superficie, hasta cortar el último sector. Quedará ahora una especie de prisma en cuyo centro se sitúa el corazón de la manzana, pero que aún reserva algo de carne por arriba. Bien, se trata ahora de cortar con delicadeza los últimos trozos aprovechables... o comérmelo todo, como en algún caso he hecho, que hay quien me ha dicho que en las semillas es donde se encuentran los principales nutrientes de la fruta.

Y así, poco más o menos, es como me como yo una manzana.

miércoles, octubre 29, 2008

CRISIS DE LUZ

El domingo tenía que hacer, y no dediqué tiempo ni atención a la temprana penumbra; el lunes salí un poquito más tarde, y atribuí la oscuridad a ese retraso; pero ayer, finalmente, el cambio de hora cayó como una losa. Después de un día plomizo que estuvo anocheciendo desde las diez de la mañana, finalmente, a la salida del trabajo, contemplé que las seis y media de la tarde eran en realidad las seis y media de la noche. Y no me gustó.

Ya sé que es otoño y que los días son más cortos... por eso precisamente no encuentro la necesidad de acortarlos nosotros más. Por otro lado, también debo reconocer que me agrada que no sea noche cerrada cuando me levanto. Al final, todo es una cuestión de crisis de luz. Hay menos horas al día, y es cuestión de cómo se administren, si por la mañana o por la tarde. Nuestro sabios administradores deciden que es más económico hacerlo así, y así lo aceptamos.

Lo que no deja de parecerme curioso es el apego que tenemos a nuestra terminología. Quiero decir que no por atrasar la hora amanece o anoche antes; lo hace a la misma hora, sólo que nosotros la llamamos de otra forma. Antes amanecía a las seis, ahora a las ocho. Si es mejor empezar a trabajar en las fábricas cuando ya ha salido el sol para no gastar luz eléctrica, ¿por qué no retrasar los horarios de entrada? En lugar de eso, se mantienen los horarios de trabajo, pero se cambia la hora del reloj. No engañamos al sol, nos lo hacemos a nosotros mismos. En Navidad, se decretará que al conejo se le llame cordero, para que todo el mundo pueda hacer una cena tradicional como toda la vida.

Hoy el frío no importa, porque hace sol, y me reconforta saber que al otoño ya le quedan menos de dos meses. ¡No podrá con nosotros!

jueves, octubre 16, 2008

LA WIKIPEDIA DE MI VIDA

Sabemos porque escuchamos, leemos, estudiamos, aprendemos. Sabemos, más o menos, mejor o peor, por información. Hoy, gracias a internet, tenemos acceso a información sobre cualquier tema, concepto, acontecimiento, persona, lugar, obra, etc., a golpe de clic, sólo escribiendo una palabra en google o consultando la wikipedia. Por eso lado, podemos saberlo todo.

Sabemos también por nuestros recuerdos, por lo que hemos visto, por lo que hemos vivido. Sabemos, más o menos, mejor o peor, por nuestra experiencia. Pero internet en esto no nos presta ninguna ayuda. No podemos saber más que lo que recordamos, como lo recordamos y según lo hemos comprendido.

¿No sería maravilloso poder acceder a una wikipedia de tu vida con la que recordar de qué conoces a una persona, tener un youtube propio en el que vernos a nosotros a mismos en situaciones traspapeladas por la memoria, olvidadas o confundidas, tener links a otras páginas en las que ampliar información sobre aquellos que has ido conociendo, incluido uno mismo, entender el porqué de las miradas amables y de los malos gestos, de los favores y las traiciones, de las épocas gafes y de las buenas rachas, comprender, en fin, que todo cuanto te ha pasado en la vida, todo cuanto te han hecho o te han dejado de hacer... no era nada personal, y que todos tus aciertos, meteduras de pata, oportunidades perdidas o cogidas al vuelo... tampoco han sido de hecho cosa tuya?

Pero de momento, lo más que le permite a uno la tecnología es identificar el número de quien te llama por teléfono para que vaya prevenido antes de contestar.

viernes, octubre 10, 2008

¿QUIÉNES SOIS? ¿QUIÉN ERES?

No suele uno esperar muchas cosas de la vida. Incluso tengo cierto espíritu de sacrificio que me hace anticipar esfuerzos a fondo perdido de resultados. Sin embargo, en el trabajo sedentario frente al ordenador uno va y viene con mucha frecuencia de la página que está tratando de escribir a otras cualesquiera que lo distraigan, lo aireen y lo dejen respirar. Y entre el correo electrónico, los periódicos y algunos blogs amigos, siempre se cuela alguna que otra visita diaria al propio blog. Como si por visitarme fuera a encontrarme una nueva entrada escrita por mí sin yo saberlo. Lo que espero es, más bien, que alguien me haya hecho algún comentario al último post... o al penúltimo o a cualquiera. Pero sé que no lo han hecho, porque hubiera recibido un e-mail, avisándome.

Aun así, me puede la curiosidad y, cuando entro, miro un contador de visitas que coloqué, más por comprobar si alguien me leía que por competir y conseguir altas marcas. El caso es que invariablemente, siempre que entro, el número de visitas por día excede en unas cuantas a las que me he hecho yo mismo, y me pregunto ¿quiénes serán, que no me dicen nada? ¿Será tal vez un único y fiel amigo que a lo largo de cada día entra una y otra vez, a ver si he actualizado? ¿O tal vez desconocidos que hayan llegado hasta aquí quién sabe cómo, pues no me consta que me tenga enlazado mucha gente?

Pero más que ninguna otra cosa, me sorprende que frecuentemente, cuando consulto mi blog, el apartado de "conectados actualmente" no sea uno, o sea yo, sino dos personas. Cómo me gustaría entonces saber quién es mi visitante, si es siempre el mismo (o misma, si se me permite fantasear), poderlo ver, saludarle, decirle algo, y que ella (o él, si no se me ha permitido la fantasía) se extendiera en elogios hacia mi persona virtual, la que él (o ella) quieran creer que soy.

Aunque, por otro lado, me dice la experiencia que la realidad será frustrante y prosaica. Que alguien que me conoce entra en el blog por ver si hay algo y vuelve a decepcionarse como cada día, y ya no me dice nada, porque ya me comentó... o porque no me sabe qué decir. Y que luego, por pereza o por si acaso, abre nuevas pestañas en internet para hacer otras consultas, y no sale de mi blog para luego, más tarde, ver si ese día sí, por fin, he escrito algo. Hoy se cumple tu sueño, amigo.

En todo caso, si eres esa hermosa mujer cautivada por mi ingenio y por mi prosa, que acude puntualmente a nuestra no fijada cita, te invito, como a espíritu de ouija, a que te manifiestes. Da un golpe en la mesa, mueve el botellín de agua mineral que tengo ahora mismo al lado de la pantalla del ordenador, háblame en morse si quieres y sabes (aunque no entenderé), pero dímelo: ¿Quién eres?

lunes, septiembre 29, 2008

FE DE VIDA. FE EN LA VIDA

FE DE VIDA
Sigo vivo.

FE EN LA VIDA
El otro día fui a visitar a una amiga convaleciente de una delicada operación, y la vida me regaló una bonita estampa que me conmovió. Al entrar en la habitación encontré a una mujer dando de comer a otra, mi amiga, con una sonrisa en la boca, con paciencia y con amor. No era su madre, que haría todo esto por ley de vida, ni una enfermera, que lo haría por imperativo profesional, o una voluntaria, que lo hiciera por vocación. Era su suegra, deshaciendo sin esfuerzo el chiste tópico de las malas relaciones entre suegras y nueras.

En "La palabra", de Dreyer, una nuera atendía y cuidaba a su suegro con un cariño propio de hija. En otro, pero parecido orden de cosas, se encuentra un amigo mío que le regala a los padres de su exnovia las cestas de Navidad, porque a él no le gusta el turrón. Vale que está loco, pero me mola ese buen rollo que mantiene con sus ex suegros, que además de suegros son ex.

La pareja de una persona la elige ella misma, no sus padres (por lo menos habitualmente en el mundo occidental), de modo que los suegros, nueras y yernos que pueda tener una persona en su vida vienen impuestos por la vida. Son los que te tocan, no los que eliges. Por eso encuentro en estas relaciones una cualidad especial que valoro mucho: la aceptación. La vida me da una suegra y la acepto. ¡Ojo!, cuando digo aceptación no digo resignación. La resignación es un disgusto callado y sordo que arrastra las circunstancias de la vida sin atreverse a rebelarse. La aceptación es el gusto de cumplir con amor y alegría las responsabilidades que a uno le tocan en cada momento. Y mirando la cara sonriente de la mujer que atendía el otro día a mi amiga se sabía que ella aceptaba su labor. Al igual que mi amiga aceptaba su enfermedad con entereza y los cuidados de su suegra con alegría.

Mi amiga es un encanto y muy buena gente, y se merece a unos suegros que también lo sean. Sus suegros me parecieron muy buenas personas y muy agradables, y seguro que también merecen una nuera como mi amiga. Eso facilita las cosas, pero no le resta ni un poquito de belleza a la escena que contemplé el otro día.

(Si me he puesto muy moñas, decídmelo)

lunes, agosto 25, 2008

MÍSTER LEXATÍN

La actualidad (la mía) me obliga a recuperar una de las canciones más celebradas de "No soy feliz. En absoluto" (2002), para rendirle merecido homenaje a un benefactor.

Yo tuve una amiga que se llamaba paz;
yo siempre estaba en paz y ella en mi interior,
y yo le daba guerra y luego la dejé...
Su prima Valeriana la sustituyó.

Ella me consolaba, volví a dormir bien,
pero al fin fui tan malo que no pudo más;
no fue cosa de ella, que fue de los dos,
pero me quedé solo con mi soledad.

Y entonces lo descubrí,
yo nunca fui más feliz...

Ven a mí,
Míster Lexatín,
Orfidal,
que me siento mal.

Tú me quitas la angustia existencia
y contigo puedo dormir del tirón,
de noche y cuando tengo que trabajar
me relajas, relajas un montón.

Ven a mí,
Míster Lexatín,
muac, muac, muac,
te quiero Prozac.

Si me ataca algún infarto neuronal,
tú me agarras y me llamas tontorrón,
me susurras y de un golpe magistral
quedo groggy y tú ganas por KO.

Ven a mí,
míster Lexatín,
gracias a ti,
vuelvo a sonreír.

A tu lado ya no temo la ansiedad,
me proteges de ese estado de terror,
me convences de que deje de pensar,
y atontado ya me duermo en el sillón...

Si estoy como un cromo
aplastado en mi álbum,
me acuerdo y me tomo
un potente valium.

Son "rerum novarum"
que al urbi y al orbe
dan, como el tranxilium,
una paz enorme.

Ven a mí,
Míster Lexatín.
Orfidal,
que me siento mal,
muac, muac, muac,
te quiero Prozac,
tran, tran, tran-
xilium, valium vaaaa...

Ven a mí,
Míster Lexatín,
chiquitín,
¿quién te quiere a ti?

(Omitimos el archivo sonoro para conservar el anonimato de audio del autor, que siempre da más misterio)

viernes, julio 04, 2008

NO QUIERA EL OLMO DAR PERAS

Quiere el pájaro ser árbol,
fuerte, duro, resistente,
pertenecer a la tierra,
echar raíces.
Y a veces, mientras vuela,
siente envidia.
El árbol no le envidia,
porque no le ve volar.

miércoles, junio 18, 2008

ALMA DE LADRÓN

Quería hoy rememorar una entrada pasada y hacer una variación sobre el mismo tema, pero la busco y no aparece, quizá no la escribí nunca.

La cosa, en resumidas cuentas, es que este verano, cada vez que tenía que hacer la compra y pasar por el trance de hacer una lista e ir llenando el carro sin que se me olvidara nada, me asaltaba la idea de un juego. Ello consistiría en, aprovechando un descuido de su dueño, llevarme un carro lleno al azar, cualquiera que fuera, de esos que se dejan aparcados mientras espera uno en la cola de la pescadería. Después, uno mismo debería, claro, adoptar los hábitos alimenticios de la persona robada, que si es tan poco cuidadosa con su alimentación como con su carro, mal vamos. Pero uno habría hecho la compra semanal en cinco minutos. El componente ético filosófico de este juego es: ¿se trata de un robo? Es curioso, porque, al llevarte el carro de dentro del super, tienes que pagar tú el contenido en caja, luego no es estrictamente un robo; sin embargo, hay perjuicio en la persona robada que ha invertido un esfuerzo y un tiempo... ¿Seguro que no he escrito esto ya?

La variación que se me ha ocurrido hoy ha sido al entrar en un out-let para comprar una chaquetilla de verano, encontrar una a mi gusto, probármela, y ver que no hay nadie en caja para cobrarme y que la tienda está aparentemente vacía. Sí, lo confieso, he pensado en llevármela por la cara. Caminando tranquilamente, como quien no hace nada malo. ¿Nadie cobra? Pues me voy. Sólo de pensarlo, el corazón me ha empezado a palpitar (normalmente, está quieto, mi sangre circula por algún tipo de inercia). He saludado en voz alta en plan "Que quede claro que yo he hecho lo que he podido", y al cabo de un rato ha aparecido una chica. Me hubiera dado tiempo a irme al coche con la prende y volver tres veces. Cómo me arrepiento. Pero llega ahora la disquisión filosófico-contable: Si robas una prenda de 29'90 euros (lo sé, me he vuelto loco) de precio final después de varias rebajas, pero cuyo precio inicial era de 145 euros (que eso ya era un robo en sí), ¿qué valor económico tiene tu delito: 145 ó 29'90?

martes, junio 17, 2008

CIEN, CON LETRA

Mi última entrada (ahora penúltima), del quince de junio, hizo el número cien. Así, con letras, porque así es como está hecho este blog: de letras. A veces, como hoy, también un poco de números.

Comencé a escribir este blog el viernes 31 de marzo de 2006; luego he tardado dos años, dos meses y quince días en llegar a cien. Muy rápido no he sido. Contando que cada año tiene cincuenta y dos semanas, y que el trimestre tiene trece, y de este último no he consumido las dos últimas, habré tardado un total de... ciento cuatro más once... ciento quince semanas. Claro que, teniendo en cuenta que en los dos veranos transcurridos desde que comencé, he estado un mes y medio perdido en cada uno, tres meses en total, o sea, trece semanas, tenemos que de vida útil blogueril he tenido ciento dos semanas, para cien entradas (ciento uno, si contamos con ésta, que al fin y al cabo estamos a diecisiete, y casi se puede decir que entra en las once semanas del último trimestre).

En resumidas cuentas, que promediando los momentos de semiinactividad con los más fecundos, me sale una media de casi una entrada a la semana; en concreto 0'98 entradas si contamos hasta la cien, y 0'99 si contamos también la ciento uno. Para ser un bloggeur (blogguer-amateur), no está demasiado mal.

Quizá vaya siendo hora de reponer mis enlaces (aunque sólo sea por ser agradecido con los blogs que me mencionan y con aquellos que han despertado mi interés), el contador de entradas que tantas satisfacciones me ha dado (ay, lectores tímidos, ¿por qué no dejan su firma en el libro de visitas, aunque sólo sea por saludar), poner etiquetas (¿cómo mi personalidad archivera ha podido evitar hasta ahora a esta herramienta?) y tratar de incluir nuevos contenidos (¿tal vez archivos de sonido?, ¿mis propias canciones, quizás? Pudiera ser, pero no cuenten con ello por si acaso).

Lo de la profesionalización lo veo lejos. Cuando Juan Liverpool-Madrid lo consiga, que se lo curra mucho más, quizá me plantee emularle (cambiando, eso sí, la camiseta de los reds por la chaqueta del pijama).

domingo, junio 15, 2008

VIOLENCIA DE GÉNERO

Miembra: eso sí que es maltrato de género.
E incluso de número. El de teléfono para maltratadores. Cuando tengas ganas de pegar a alguien, primero cuenta hasta diez. O mejor marca el novecientos diez. Se ve que con las tortas que pegan los fanfarrones se hacen las gaditanas tirabuzones (en el cable del teléfono).

Le dedico unas sevillanas a la ministra:

Mírala cara a cara, que es una miembra;
que es una miembra,
mírala cara a cara, que es una miembra;
y cuando abre la boca la Lengua tiembla.

Esa Bibiana, esa Bibiana, esa Bibiana,
habla como le sale y le da la gana.

Parafraseando a Unamuno: ¿Bibiana Aído? Será Bibiana Aída. Y si no, ¿dónde está la concordancia? Pues nada, más violencia de género.

viernes, junio 13, 2008

ADIÓS, AMIGO

Se fue el otro día, después de una larga espera, y sin embargo fue todo tan rápido que por un momento sentí que no me había dado tiempo a despedirme. En algún momento, no sé si por frivolidad o, al contrario, por un exceso de sensibilidad mal entendida, llegué a pensar en hacer un reportaje fotográfico, pero ni siquiera pude echarle una última mirada o tocarle por última vez. Sí, lo pensé muchas veces, e incluso intenté llevarle a otro sitio, pero o por ellos o por mí, nunca pudo ser. Hasta que al final, no tuve más remedio que admitir que era lo mejor para todos. No seré yo quien diga que en esas condiciones ya sólo era un estorbo, pero lo cierto es que no me podía ocupar de él, y, mal que me pese el decirlo, lo dejé literalmente en la calle. Abandonado a su suerte. Sí, iba a verlo de semana en semana, e incluso me daba una vuelta con él, pero ¿qué más podía hacer? Diréis: ¿y la experiencia, la madurez, los años... eso no significa nada para ti? Para mí, por supuesto, pero esos valores no cuentan ya en la calle. Y yo no lo podía tener así, de esa manera, no podía. Así que el miércoles le acompañé a dar el último paseo. Yo mismo lo subí en el coche. Le saqué los pocos efectos personales que llevaba consigo, y, por supuesto, la cadena por la que sentía tanto aprecio. El conductor, impaciente porque estaba mal aparcado, y estaba a punto de ponerse a llover, me dio unos papeles, que firmé sin leer. Ya todo estaba hecho. Fue entonces cuando, por primera vez, sentí un pequeño arrebato de congoja, un apego inusual en mí y totalmente fuera de lugar. Sentía que perdía a un ser querido, que nunca lo volvería a ver, y, al tiempo, me asaltó un atisbo de culpabilidad. ¿Seguro que había explorado a fondo todas las posibilidades? Tardé toda la tarde en sacudirme esos pensamientos y llegué a la conclusión de que no vale de nada volverse loco, también hay que saber desprenderse de los más allegados. Pero no sufráis: le he hecho donante, él estaba de acuerdo. Su maquinaria podrá hacer revivir a otro viejo.






lunes, junio 09, 2008

ME MIRO EL OMBLIGO Y BENDIGO AL MUNDO

1. MI PROPIO COMENTARIO A MIS ENTRADAS DEL MIÉRCOLES 4 Y DEL SÁBADO 7

A veces uno se explaya
y el lector calla.
Vaya, vaya.

2. MI PROPIO COMENTARIO A MI ENTRADA DEL DOMINGO 8

Yo que quería evitar hacer del blog un Querido Diario, y lo estoy convirtiendo en un Querido Curriculum.

3. ¡RAYOS, ESTOY ENTRANDO EN UN BUCLE EGOCENTRISTA!

¡Salgamos de este agujero negro!

4. HAIKUS MODERNISTAS A LA MANERA DE CARLOS MARTÍNEZ AGUIRRE, SI SE ME PERMITE LA COMPARACIÓN.

Señorita Alegría,
con su sonrisa
me alegra el día.

El suelo donde pasa
nunca lo pisa
porque no pesa.

Ni se sienta en la silla.
Cual mariposa,
sólo se posa.

Señorita Alegría,
con su sonrisa
me alegra el día.

Madruga sin rencores,
tan bien dispuesta
como las flores

e igual de fresca.
Se ve que no le cuesta,
que no hay temores.

Señorita Alegría,
con su sonrisa
me alegra el día.

Trabaja sin trabajo;
es su carácter
así de majo.

Feliz la felicito:
Lo hace usted todo
tan facilito.

Señorita Alegría,
con su sonrisa
me alegra el día.

5. ES DE BIEN NACIDO

Agradecimientos y bendiciones para quienes últimamente han compuesto mi paisaje. Y si volvemos a encontrarnos...

¡por Dios, que hayan cambiado los fluorescentes en Cuatro!

domingo, junio 08, 2008

HAGO NOTAR A MIS AMIGOS CÓMO ME ACUERDO MÁS EN FECHA DE SUS CUMPLEAÑOS QUE DE LOS MÍOS PROPIOS

Pasó agosto del 2007 como si nada, como si veinte años antes no hubiera salido a la luz Esto no es serio.

Después diciembre, igual. Nadie comentó que se cumplían diez años de los primeros Premios Arte Joven de la Comunidad de Madrid, en 1997.

Pasó febrero y tampoco nadie celebró el décimo aniversario de la lectura en el Ateneo de Madrid de Memorias de un seductor sin gancho, a cargo de Nuria Massa y un servidor, con notable éxito de público.

Hace unos días, por cierto, me encuentro - me encuentra ella más bien - con Nuria por los pasillos de la tele. Según ella, estoy igual. Mentira, entonces no llevaba barba. Ella sí igual. De guapa, pero con un niño más. Enhorabuena.

Esto me ha hecho recordar, y no pasará este mes sin que comentemos que el día 4 de junio de 1998 se presentó en sociedad, en la Feria del Libro de Madrid, la edición de La Avispa.

Anécdota: debió de ser la única presentación de libro en el mundo en la que uno de los presentadores habla mal de la obra. Dijo que era irrepresentable y no debería haber sido premiada. Otro la alabó, entroncándola con el teatro moderno de Checoslovaquia (¿?), o por ahí.

Al año siguiente, el grupo de teatro El Apagón, del Instituto Príncipe Felipe, dirigido por Celia León, hizo una encantadora versión. Aunque ya se sabe cómo son los grupos de teatro de instituto, que con tal de llevar la contraria, representan lo irrepresentable.

Al otro año, el grupo de teatro universitario Los Malogrados, dirigido por Nacho Cervantes, hizo otro montaje lleno de swing y elegancia, en la línea fría y abstracta de su autor.

Sana satisfacción de uno; agradecimiento y bendiciones para todos ellos.

Otros grupos de teatro aficionado la han representado aquí y allá sin avisar al autor, y éste lo ha sabido a toro pasado por alguna reseña allá o aquí, o incluso porque La Avispa consiguió un vistosísimo cartel del grupo de teatro La Máscara de la Universidad Pontificia de Salamanca.

III. NOCTURNO MELANCÓLICO.

8. Parolino en cinta, recita/canta, interrumpiendo la acción.

Siempre buscó mi incansable inmodestia
algo a su altura, detrás no hubiera más.
Tranquilo reposaba, pensando que jamás
encontrara tal bella que saciara mi bestia
- En sentido figurado lo de bestia y saciar -.

Cuando mira, por fin, que hete aquí que te hallo,
y con tu hallazgo hallo todo lo que hay que hallar.
Un duro golpe al corazón certero
me hace sentir, mi amor, cuán grande era mi fallo
- Quizá no al corazón, quizá exagero -.

Allí pierdo el papel, me puede el nervio,
mi yo más pasional vence al soberbio,
y a la hora de dormir, doy vueltas en la cama,
como hace todo el mundo cuando ama
- Sólo que yo solo: ese es el quid del misterio -.

Y ahora, ya ves, hasta pierdo el sueño,
como años atrás, cuando era pequeño.
Pienso en ti, mi amor, en tus claros ojos,
tu carácter fuerte, tu fruncido ceño,
tu rápido pronto, tu constante enojo,
frente despejada, toda inteligencia,
pienso tu presencia, tu ausencia, tu esencia,
tu elegante porte con que siempre vas...
En fin, amor mío, lo buena que estás.

Aprovechando este fortuito encuentro,
piensa un poco en mí, luego un poco en ti;
mira en tu interior, mírate por dentro,
y ya que lo has hecho, piensa ahora en los dos
- A ver si es que hay suerte y dice que sí -.

Y ya que te he visto y he ido de ti en pos.
y, lo que es singular, me gustas tanto,
no repares mientes en cuánto yo valgo,
escúchame una cosa y dime sin espanto:
¿Por qué no nos casamos... o algo?


(Parafraseando a los Álvarez Quintero: Dios mío, ¿y ése era yo?)

sábado, junio 07, 2008

MÁS BREVERÍAS

Hay que hacer dos trabajos: uno para no morir de hambre; otro para no morir de Sueño.

miércoles, junio 04, 2008

PARADOJAS, ZARANDAJAS Y PENSAMIENTOS AL AIRE

Mi soberbia no es gran cosa, pero de lo que estoy muy orgulloso es de mi humildad.

Soy buena persona y tengo algunas buenas cualidades, pero me comporto mal por modestia, para no alardear.

Parezco del siglo XIX, pero soy un hombre de mi tiempo. Unos piensan en lo que hicieron o dejaron de hacer ayer, otros en lo que harán mañana. Incluso algunos las dos cosas. Yo vivo el único tiempo que tengo: el presente.

El lujo no es tener mucho dinero sino no tenerlo que contar.
La llave del lujo es la austeridad.

Sólo un lujo en mi vida: el techo solar de mi Honda Civic del 92, siempre segundas manos. Se disfrutó, no lo echo de menos.

La verdadera transgresión es cumplir las normas para que te dejen cumplir las leyes.

El deportista Agustín H, compañero de aquella clase de Tercero de BUP de letras, ingenuo, dijo:
"Sé de sobra
que nunca tendré obra,
pero dejadme que me crea
lo imposible que yo sea".
Poeta, Agustín.

Poeta quien no condiciona su vida a un trabajo. Poeta Álex. Tal vez yo.

viernes, mayo 30, 2008

TITULADO

Andaba yo desde hace algún tiempo desazonado porque en la página de comentarios todas mis entradas aparecían como "Sin título", cuando mi intención es que tuvieran uno, que yo escribía en mayúsculas, bien es cierto que en el cuadro del texto y sin mayor distintivo formal. Pero recordaba que en mi anterior y primera plantilla de blog había un recuadro para poner el título que ahora no aparecía nunca, por lo que pensaba que era cosa de la nueva plantilla y que ya sabría reconocer lo que era título de lo que no.

Me equivoqué. Hace poco, haciendo una búsqueda, me encontré por casualidad con el blog de un compañero que usaba una plantilla igual que la mía (thebrilliantsideofthesun.blogspot.com Un saludo, Javi) y descubrí que él ¡sí tenía títulos! ¿Cómo era posible? Seguramente, sin querer, al hurgar en alguna cosa del blog había tocado algo y le había quitado la capacidad de titular a mi plantilla.

La solución estaba clara: engañar a blogspot diciéndole que quería cambiar de plantilla y volver a colocar la misma (que es la que me gusta), como por primera vez, reiniciándola. El problema es que iba a perder una reciente actualización de mi relación de enlaces y mi recién estrenado contador de visitas, el juguetito de autosatisfacción más perverso jamás creado.

Me arriesgué y perdí. Perdí estos detalles personales, y no recuperé título alguno. Pero no me resigné, he seguido buscando y hoy, por fin, he encontrado que hay un apartado de configuración personal en el que, no sé por qué, tenía marcado que yo no quería poner títulos. Lo he cambiado, claro. Y luego, con toda mi santa paciencia, he ido editando todas mis entradas, una por una, para que el título estuviese donde tenía que estar: titulando.

Mi blog ya tiene estudios: es titulado.

jueves, mayo 29, 2008

EL ÁRBOL, LA SOMBRA Y EL SOL

Su madre y yo enseñábamos refranes a Lucía. "Al que a buen árbol se arrima buena sombre le cobija", le dijimos, y le explicamos el sentido. Acto seguido, puntualicé: "Pero tú eres el árbol".

Seamos todos el árbol.

En cuanto a Lucía, no se lo digáis, pero tampoco es el árbol.

Es el sol.



martes, mayo 27, 2008

ANIVERSARIO OLVIDADO

Corre el año 90. Un joven inquieto, admirado por el ingenio de Les Luthiers, decide emularles y crear su propio espectáculo. Durante unos meses, se levanta una hora antes y aprovecha los ratos perdidos en el trabajo para hacer chistes, a ver qué va saliendo, y empieza a construirse una historia de náufragos y piratas. De un náufrago pirata, en realidad. Aliado con dos compañeros, se preparan para estrenarla en el Paraninfo de la facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, no sin ciertas dificultades.

- ¿Pero tú crees que esto es para hacerlo en la facultad? (sic, a seis días del estreno).
- Hemos dicho que la íbamos a hacer, y la hacemos.

Y así sucede, pese a que el día anterior no se puede ensayar porque no han retirado una mesa de conferencias del escenario, pese a que las luces no funcionan y hay que actuar sólo con la lejana luz natural del exterior, pese a que el puente de San Isidro y los próximos exámenes finales desalientan al público. Ante un reducido, aunque selecto grupo de personas, el 16 de mayo de 1990, a las 12'30 de la mañana, un perchero de oficina, por la magia del teatro, se convierte en palmera. Ha nacido Robin Hood Crusoe.

(Programa de mano del estreno)

LA PALMERA ERA UNA PALMERA.
A DECIR VERDAD, ERA LO UNICO QUE ERA.
NO ERA UN PINO, NO ERA UN ABEDUL.
LA PALMERA ME DABA DABA DU.

ESTRIBILLO: DABA DABA DABA DABA DABA DABA,
DABA DABA DABA DABA LA PALMERA,
DABA DABA DABA DABA DABA DABA,
DABA DABA DABA DABA DU.
DABA DU, DABA DU.

LA PALMERA A NADIE LE ASOMBRA
QUE ME DIERA, QUE ME DIERA SOMBRA,
LA PALMERA, PUES, ME DABA SOMBRA;
LA PALMERA, PUES, ME QUITABA LUZ.
LA PALMERA ME DABA DABA DU.

ESTRIBILLO: DABA DABA DABA DABA DABA DABA,
DABA DABA DABA DABA LA PALMERA,
DABA DABA DABA DABA DABA DABA,
DABA DABA DABA DABA DU.
DABA DU, DABA DU.

LA PALMERA NO ERA UNA CUALQUIERA.
NO HABIA FORMA, NO HABIA MANERA
DE QUE ME DIERA, DE QUE ME DIERA MADERA,
PUES SU TRONCO, YO NO SE SI TÚ
TE HABRAS PERCATADO,
ERA TODO DE HIERRO FORJADO.
ME DABA DABA DU.
¡Y yo que pensaba que no tenía de qué escribir, y van y se me olvidan mis propios aniversarios!¡18 años ya! Felicidades también a Ángel Navas, allá por Ciudad Real, y a Pedro I. López, insigne capitán von López.

viernes, mayo 23, 2008

TIEMPO AGITADO

1
Llamada de una antigua compañera, más de un año que no hablábamos, dos que no nos veíamos, para pedir un teléfono, nos emplazamos a comer un día.

La semana pasada contacto con mis dos primos para felicitarles el cumpleaños (40, ellos me siguen), con dos días de diferencia, y un poco después, mi tía.

¡Voy a un concierto de pop-rock! ¡Yo!

Me encuentro con un excompañero con el messenger abierto, y hablamos después de tiempo (bueno, la verdad es que no hay semana que no nos dejemos recados en nuestros respectivos blogs, pero esto es otra cosa). A resultas de eso, mañana, reunión-cine de excompañeros.

Otro antiguo amigo que me localiza en el blog y contacta conmigo, ayer hablamos. Nos veremos también.

Me presentan a una amiga por SMS-email-blog. Un saludo.

Me pongo en contacto con otro excompañero para un asunto de ruedas. Conoceré a su nueva hija pronto.

Y mi amiga la canaria que viene a Madrid para una boda. Quedaremos un día.

Y mis amigos de siempre que no veo nunca. Nos vamos a ver.

Y lo que no cuento (aunque tampoco me he dejado mucho, la verdad).

¡El ermitaño sale de la cueva!

Y sin embargo, estoy constipado, tal vez no pueda hacer lo importante.

2
Dos reuniones en dos salas distintas. La buena y la mala (Sostiene Moreno que son la mala y la peor). El suelo se mueve bajo mis pies en el trabajo. Un terremoto de nivel 8 en la escala Hache. Tal vez mi destierro termine antes de tiempo. No digo más.

El ermitaño vuelve a la cueva.

3 ANÉCDOTA
Instrucciones para su lectura: no leer los textos entre paréntesis, entorpecen las frases.
- Compro (en el herbolario, dato innecesario). Cuenta: 6'90. Pago con dos billetes de 5. Me dice la dependienta: ¿Tiene los 90 (0'90, para los matemáticos)? Los busco y no los tengo, sólo llego a 75 (0'75, claro). Espero que tal vez los acepte, al fin y al cabo un descuento de 15 céntimos en una cuenta de 6'90 euros para un cliente habitual es insignificante. Ni se lo plantea (tacaña de mierda). Me da el cambio de 10 (€): tres con diez (3'10 €). Reflexiono después.

"¿Tiene los noventa?" ¿Cómo que si tengo los noventa? ¿No será más fácil que tú tengas una única moneda de 10 céntimos, tonta de los cojones?

(Ya dije que leer los textos entre paréntesis entorpecía las frases).

domingo, mayo 18, 2008

LAS RENTAS DE LA RENTA

Hace unos días rellené el borrador de la declaración de la renta, y ayer lo pasé a limpio, minuciosamente, volviendo a calcular a mano y con calculadora cada una de las casillas. Descubrí, y subsané, un error. Tendré que pagar un poquito más, qué se le va a hacer.

Me da cierta aprensión este proceso, como si el más mínimo error pudiera disparar todas las alarmas en la Agencia Tributaria, y se pusiera de inmediato un procedimiento inquisitorial para desposeerte de todo. Pero entiendo que uno debe ocuparse de sus cosas. Hace un par de años o tres, en que me salía a devolver, no me lo pagaron y me mandaron una declaración que corregía - a su favor - la mía. Comprobé que todo era correcto, la acepté, y todo se resolvió sin derramamiento de dinero.

Me asustó un poco pensar en cómo la había podido hacer tan mal y pensé en encargársela a un profesional, pero finalmente me decidí a volver a hacerla, con más cuidado si cabe. No me resigno a pensar que no puedo rellenar una declaración de la renta que son sólo sumas, restas y reglas de tres. No puede ser tan difícil. Y en todo caso, si no les gusta la mía, que me manden la suya, como esa vez.


Y, como de todo hay que sacar partido, la declaración del 2007 ha dejado para mí dos reflexiones que paso a compartir.

CONTABLE A OJO

Qué sorpresa la mía al comprobar que, al final, la cuota resultante es la que yo mismo, en mis pensamientos, había calculado sólo recordando más o menos las cantidades ingresadas y las retenidas, y comparándolas con las del ejercicio anterior.

También he acertado el tipo resultante, con una diferencia de unas décimas. Y, antes que eso, previendo los ingresos totales, ya me había anticipado durante el año a pedir en el trabajo que me rectificaran la retención.

¿Debo preocuparme porque haya un pequeño contable dentro de mí? Espero que no. También me ha sido útil para tomar decisiones, y, junto con ciertas dotes adivinatorias, cuantificar y asumir el coste de un destierro.

Matizo: la cuota resultante de mi declaración no es exactamente la misma cantidad que yo había calculado a ojo. Hay un error de un 5%. A mi favor, además. Tengo que pagar un poco menos de lo que esperaba. Soy un 5% más feliz.

EL PRECIO DE LAS COSAS

Al calcular lo que hay que pagar, hay un momento de terror, cuando ves una cantidad exagerada y, de pronto, no recuerdas que ya has pagado mucho dinero con las retenciones que te han hecho en el trabajo (dinero que no ves, bolsillo que no se resiente) y que aún te tienes que desgravar la hipoteca. Aun en esos momentos he procurado mantener una actitud abierta y agradecida.

Doy gracias porque, con mi proverbial prudencia, consigo no vivir al día, y hoy podría incluso afrontar esa cantidad. Doy gracias porque los impuestos, grandes o pequeños, justos o injustos, son siempre un porcentaje de lo ganado; es decir, que si debes pagar tanto es porque has ganado eso y más. Y cuando finalmente he comprobado que mi cuenta pendiente con Hacienda estaba casi saldada... he dado muchas más gracias.

Dice el Maestro que todo tiene un precio. Y podemos darnos con un canto en los dientes por que el ganar dinero se pueda pagar con parte de ese dinero. De modo que, si este año la declaración me ha salido positiva... eso es positivo, ¿no?

jueves, mayo 08, 2008

ALEJANDRA

Alejandra.- Tempera sobre piedra y sobre papel, sobre soporte de bandeja de metal.

Para mi sobrina, de 3 años. Lo primero que ha hecho ha sido intentar desprender las piedras de la bandeja. Bendito pegamento de montaje.

Hecho a ratos. ¡Dos meses con la casa empantada!

sábado, mayo 03, 2008

GANAS DE NÍSPERO

Mi fruta preferida, si se puede tener una fruta preferida, si se puede tener siquiera algo preferido, es el níspero.

Por su alegre color naranja, su particular sabor, entre ácido y dulce, sin empalagar ni rechinar los dientes, lo fácil que es de pelar, la poca piel y mucha carne que tiene, porque sus huesos están aislados y no entorpecen al comer, aparte de ser lo suficientemente grandes y duros para distinguirlos. Son suaves también, además, los huesos, como el propio níspero.

Por su época. El níspero es primavera, pero sabe a verano, a buen tiempo, al igual que estos primeros calores traicioneros que pronto se irán también te dicen que ya debe de haber nísperos en la frutería.

Por su escasez. Ay, duran tan poco... Apenas dos meses. Tienen un algo de especie en vías de extinción que hay que proteger. Paradójicamente, comiéndonoslos.

Porque es la única fruta que he comido del árbol. Una casa que habité en Málaga en una ocasión tenía un níspero (y un jardín, claro, el níspero no iba a estar en el cuarto de baño), eso puede haberme despertado simpatías por ambos nísperos, árbol y fruto.

Es tan preferida para mí esta fruta que ni siquiera sé sus propiedades. La naranja y el kiwi ya sabe uno que tienen vitamina C, el plátano potasio, y que da energía, la papaya que es el mejor complejo de oligoelementos (o algo así), seguido de cerca por la piña y el melón... ¿Pero el níspero? Dime, oh, Google, para qué vale un níspero.

Por eso, desde que han aparecido hace un par de semanas, quizá tres, cada vez que voy a la frutería compro nísperos y me aseguro de tener siempre en casa. En casa, sí, ahí los tengo, pero ¿cuándo me los como? Porque la fruta que troceo en mi muesli del desayuno es ya, desde hace tiempo, por merecimiento propio, la papaya (en verano, por una política de rotaciones, la cambio por el melocotón, pero eso es otra historia), y luego me voy y no estoy en casa en todo el día. Y el níspero, pese a sus múltiples cualidades, no es una fruta de sacar mucho a la calle. Al trabajo me llevo dos piezas: un plátano para media mañana, que además de servirme de gran aporte calórico , ¡no pringa! Y por la tarde, una manzana, siempre de mayor tamaño que el mayor de los nísperos de que pueda disponer. Sí, podría cambiar la manzana por dos o tres nísperos, pero ¿y lo que me pringaría? Reconozcámoslo: un trabajo no es una cocina, y hay que ser discretos, limpios y cuidadosos con las cosas que comamos en él. También, claro, hay una parte de rutina. ¿Es buena en este caso la rutina o debería romper con todo y liarme la manta a la cabeza? Me llevo nísperos al trabajo, ¡y a la mierda el mundo! No sé...

El caso es que aquí me he encontrado esta mañana, en la frutería (bendito sábado laborable en que poderme abastecer) frente a los carísimos nísperos (que esa es otra), dudando cual Hamlet si comprar o no comprar.

¿Compré o no compré?

Les dejo con la duda y con este dicho popular:

Quien nísperos come y bebe cerveza,
y espárragos chupa y besa a una vieja
ni come, ni bebe, ni chupa ni besa.

Pero si los nísperos son dulces, fresca la cerveza,
tiernos los espárragos y madre la vieja,
Come, bebe, chupa y besa.

(La segunda parte en entredicho; sabía que existía, pero mi padre no la recordaba bien, la he buscado en Google y he encontrado una discusión entre dos versiones; como la otra reivindicaba el inchupable espárrago triguero, me he fiado más de ésta. Curiosamente, me he encontrado a mí mismo en la página de comentarios, porque ya entré hace tiempo y, como no copié o no he encontrado los versos, he vuelto a hacer una búsqueda y de entre todos los sitios a los que podía haber acudido, ¡he ido al mismo! Misterios del universo. Gracias, en todo caso a anónimo y a jaio, en jaio-la-espia.blogalia.com).

Aquí, los nísperos restantes de la semana pasada que me voy a comer en cuanto termine el post:



jueves, abril 17, 2008

CONFESIONES: MI VIDA AMOROSA

Me preguntan un día por mi vida amorosa y ahora que reflexiono yo la descubro intensa.

Me levanto a diario con amor. Con un poco de sueño también, claro, que con amor sacudo. Con amor me preparo un desayuno que ha de darme energía para el cuerpo, me ducho y visto luego, y hago con entrega mi tarea. Bajo a la calle, y me admira tener a mi disposición un coche, doy gracias mentalmente a mi benefactor, que lo puso en mi mano, y al orden universal que reservó mi hueco en la noche anterior, aunque tuviera que dejarlo en un paso de cebra de momento, para bajar después a cambiarlo de sitio.

Cuando llego al trabajo, aparco con amor, que amor es escoger, entre dos sitios, aquel que es más pequeño, dejando libre el otro a un coche más largo que pueda llegar luego. Camino entre adosados, escucho pajarillos y con amor recibo al sol que me deslumbra y la lluvia molesta y necesaria, cuando viene. Al entrar saludo al de seguridad, con... digamos simpatía, no se me entienda mal.

Con amor y cuidado me reviso la prensa, buscando las noticias más graciosas. Trabajo con amor, y con humor también, lo pide el puesto. Con amor intercambio palabras a millones y opiniones opuestas con mi buen compañero que me gana la mano por el nombre, pues se llama Amador, y dejo que al final sea él - así lo quiere- quien en nombre de ambos encaje las enmiendas y críticas feroces que el jefe nos dedica, quizá sin mucho amor. Y yo le escucho atento, pero sin comprensión (porque a veces no hay alma que le entienda), igual que lo haré cuando lleguen elogios (pues no sólo de amor, que también de ilusión vive el guionista).

Si se nos hace tarde, acepto estar pringando hasta las tantas, y tomo la penumbra y el aire viciado de esta redacción limpia como no ha habido otra cual si fuera mi casa (cada sitio en que estoy es cada vez mi casa). Agradezco incluso el no salir muy pronto y librarme por tanto de atascos infernales. Así puedo, además, llevar a compañeros y aligerarles un poco la carga de la vuelta. Yo agradezco también su compañía, su charla o su silencio, que justifica además que saque el coche y comparta entre varios mi cuota personal de contaminación, mal karma. Si no tardara el doble en tren o en autobús podría amar al planeta un poco más. Mis compañeros, me temo, me odiarían.

Y cada vez que luego llego a casa, también es amor la ciega confianza que pongo en encontrar plaza de aparcamiento. No la hay a la primera, mas sé que encontraré en la siguiente vuelta, en que tampoco hay, en la tercera, cuarta, o en la que ahora proyecto mentalmente. Odio, y lo sé, no debería, a todos los capullos, cabrones, hijoputas, que conducen el coche justo anterior al mío y me quitan los sitios antes que llegue yo. Y mi venganza es saber que, pese a todo, el cosmos me protege y aparcaré hoy también, una vez más.

Con pereza es frecuente y con esfuerzo siempre, hago después en casa mi tarea. Con amor, por supuesto, ésa es la cosa. Me preparo la cena - ya está descongelada, lo previne amoroso el día anterior -, y la ceno mirando con amor la tele, prefiriendo a menudo algún canal, pero sin despreciar por ello el trabajo de otros (mentira, lo sabéis, mentira y gorda). Me acuesto con frecuencia un poco tarde, con amor a la almohada y confianza en dormirme tranquilo y despertar mañana, y hacer mi cometido como siempre o mejor.

No cambio mi semana por la que vive un conde. Amo los viernes pues no trabajo ya para sobrevivir, aunque para vivir trabaje más que nunca, y, por tanto, los jueves, que sólo queda un día. Los miércoles también, porque mañana es jueves; los martes que encarrilan la semana, e incluso amo los lunes porque, por qué negarlo, mi trabajo me gusta, y, fuera ya de bromas, me entrego cada día a hacer lo que me toca, responsable y dispuesto. Sábados y domingos, que trabajo lo mismo o más que un viernes, y son mis favoritos, quiero no distinguirlos y amarlos por igual que a cada día, pues todos son mis días, y de alguna manera soy el padre de todos e hijo de cada uno.

Sigo mi recorrido por mi vida amorosa, y he de decir que amo, ¿os asombra?, la plancha. Es un amor, confieso, que es bastante infrecuente, y ha de saltar barreras que parecen gigantes. Me da mucha pereza, decirlo me avergüenza, sólo sacar la tabla, y lo dejo y pospongo para luego, después, mañana, otra semana... y a veces hasta un mes. Pero cuando lo hago pongo atención y amor. No digo yo que planche, ni mucho menos, bien, pero sí que hago bien cuando yo plancho. Estoy, con todo, lejos de ser un ser perfecto. Mi corazón se entrena, pero le falta tiempo, y aun alberga algún odio en sus rincones. Como digo lo uno, también diré lo otro. Hay algo que no amo y no hago con amor. Lo sé, voy a cambiarlo, pero al menos ahora de momento podéis señalarme censores con el dedo. Confieso y me arrepiento: odio limpiar.

domingo, abril 13, 2008

RECOMENDACIÓN: PLAN AMÉRICA

Médicos voluntarios en algún lugar perdido de Sudamérica, en condiciones difíciles, rodeados de guerrilleros, contraguerrilleros y narcotraficantes. Personajes creíbles, muchos exteriores y mucha acción. Una serie diferente. Y es española.

¿Sabíais que la estrenaron el lunes pasado en TVE 1? Parece que mucha gente ni se enteró. El lunes por la noche la ponen otra vez, y quién sabe si más veces. ¿No se hacen buenas series españolas o es que siempre queremos ver el mismo tipo de serie? Plan América se merece una oportunidad. El lunes, a las 22:00 en TVE 1.

martes, marzo 11, 2008

EL SEGURATA QUE SONRÍE

Todos los días aparco en una calle paralela a mi trabajo, más o menos en el mismo sitio, coche arriba, coche abajo. Salgo del coche, noto el fresco de la mañana, veo el sol, escucho el silencio, los pajaritos, respiro un aire diferente del de Madrid... La verdad es que el mini-paseo hasta el canal es bastante agradable, así que me recreo un poco en mis pasos. De pronto, me doy cuenta de que estoy pensando en estar ya dentro, trabajando, y veo que me he acelerado involuntariamente y mi cabeza va por delante de mis pies. Bajo el ritmo y y vuelvo a caminar como Dios manda. Los adosados iguales, la tranquilidad, los coches que se paran en el paso de cebra cuando cruzo... Todo es orden y armonía.

Luego, cuando llego a la puerta de entrada, veo siempre al guardia de seguridad del parking. No tienen fama de simpáticos los seguratas, y no se lo reprocho. Ocho horas de pie en el mismo sitio sin hablar con nadie y a veces incluso con frío o lluvia puede ser un trabajo un poco coñazo. Pero todo es siempre como te lo tomes. Si es un rollo no ver a nadie, ver a cualquiera tiene que alegrarte. Eso es lo que debe de pensar el guardia de la puerta, porque cada vez que llego, me mira sonriente y me saluda, casi como si me conociera. Por supuesto, yo hago lo mismo, le devuelvo el saludo y la sonrisa alegre y amistosa. Parece un hombre feliz el segurata, y yo lo parezco también. De hecho, anticipo mi buen rollo unos metros antes de llegar a su garita, y me dura hasta un poco más tarde, cuando entro por la absurda puerta giratoria como de hotel antiguo. Me recuerda un poco en los rasgos y los gestos a un amigo mío... y por momentos pensaría que él ya es otro amigo mío. Pero no nos conocemos ni sabemos nuestros nombres. No es mi amigo. Confieso que, por un momento, me decepcionó saber que saludaba con la misma simpatía a todos mis compañeros. Yo quería pensar que mi presencia le daba buen rollo, pero no: es que él es así. No es mi amigo, ya digo. Lo es de todo el mundo y de ninguno. No lo hace por amistad ni dependiendo de a quién se encuentre. Lo hace porque es así, y eso es lo mejor de todo. Lo último que ve del mundo exterior cada persona de la plantilla que entra a trabajar es una sonrisa. Aunque estoy seguro de que la mayoría no la valoran o ni siquiera si fijan.

Yo tuve una época en que saludaba cada mañana a mis compañeros y conocidos con un "feliz día".

martes, marzo 04, 2008

EL RINCÓN DE LOS CHISTES PERDIDOS

Parafraseo a Víctor Manuel (que ya son ganas de parafrasear), y me pregunto adónde van los chistes que no hacemos, que nos tiran, que se pierden. ¿Quedan, quizás, en un limbo, esperando que otra mente en otro momento y lugar los capte y los formule con más fortuna? Por si acaso quedan aprisionados en la inexistencia (inechistencia en este caso), quisiera compartir dos pequeños y malogrados juegos de palabras que no llegaron a ver la luz de los focos ni a resonar en las cuerdas vocales de una presentadora. Nuestras criaturas más débiles son las que más despiertan nuestro instinto paternal de protección. Allá van.

La noticia real es que en Filipinas a los testigos protegidos han dejado de ponerles guardaespaldas en los traslados a los juicios, y ahora son monjas las que les custodian, unas monjas bajitas sin conocimientos de artes marciales ni ningún entrenamiento especial, pero a las que, por lo visto, se respeta mucho. Y digo yo:

- Pero bueno, ¿en Filipinas siguen siendo filipinos... o se han vuesto "filipollas"?

Y como filipinos ni empieza ni termina igual que gilipollas, no se entendió, a pesar de que las estructuras silábicas de ambas palabras (filipinos y gilipollas) tenían un recuerdo más que notable y de que una prima mía, siendo niña, pensaba que el insulto era así, con "f" (filipollas). No obstante, me parece más gracioso, si cabe, por el hecho de que la palabra filipollas no existe. Reconozco que era arriesgado. Jugamos... y perdimos. A la tarde lo intentamos con otro, más sólido, que además de la fonética aportaba un concepto:

- Parece mentira que desprecien así a los guardaespaldas en Filipinas, con lo famoso que ha sido siempre el "matón de Manila".

Pues tampoco. Tampoco entró la idea de que unas monjas bajitas e inexpertas no podrían proteger a los testigos de posibles disparos. Como mucho, de que no les dieran en los huevos.

En fin, que una mala tarde la tiene cualquiera.

lunes, enero 28, 2008

ESFUERZOS CÓMODOS

Contrataron un guía para escalar el Everest.
Lo despidieron porque siempre les llevaba cuesta arriba.

lunes, enero 07, 2008

CURIOSIDADES DE PRIMERO DE AÑO

1 TODOS LOS GATOS QUE COMPRAMOS EN EL CORTE INGLÉS SOMOS IGUAL DE PARDOS

Salgo de casa y me cruzo con un hombre mayor que lleva ¡no se imaginan qué! ¡Un anorak igual que el mío! El mismo color, la misma franja roja horizontal, los mismos letreros y chorradas en las mangas... el mismo modelo, vamos. Igualito. Es a mí y no me pega mucho, me dirán qué hace un hombre de 70 años con semejante anorak. Eso sí, le quedaba mucho peor (al cabrón).


O eso creía. Esta mañana me veo en el espejo del ascensor de mi casa, y descubro cómo no lleno del todo los hombros de la prenda y me cae, como a aquel señor, con cierta flaccidez.
Qué tragedia. A mí me queda igual de mal.
2 NOCHE DE REYES
Anoche, busco aparcamiento y veo a un joven junto a un coche. Tiene toda la pinta de acabarlo de aparcar. De hecho, tiene toda la pinta de ser el coche que ha entrado en la calle mientras yo esperaba a girar con el disco en rojo. Efectivamente. Hay algo de sitio detrás de él, y se ofrece a echarlo un poco hacia adelante, a ver si quepo, que me parece a mí que no. Y no sólo eso, sino que se preocupa en buscarme sitio. "Ahí no vas a poder; aunque parece que es un hueco, hay un smart" (Deberían prohibir a los smarts aparcar en batería, ocupando sólo la mitad, anulan una plaza entera). Veo un espacio en línea más adelante que me ofrece más garantías que el de detrás del coche de mi amigo, aunque él aún apunta que quizá en batería junto a los contenedores de vidrio y papel pueda caber. Yo apuesto por el mío, y allá voy, sabiéndome vigilado en la distancia. Por fin lo aparco, y veo pasar a este ángel benefactor a mi lado. Le reitero mis gracias, y me contesta con un "De nada, hombre", al que sólo le falta añadir "¿Qué menos?"
3 REBAJAS
Mi padre solía decir un refrán: "A cuarto va la vaca; si no hay cuarto, no hay vaca" (que es como decir: "A 150.000 euros va el ático de cien metros en la Castellana; si no hay 150.000 euros, no hay ático en la Castellana").
En tiempo de rebajas, se me ocurre parafrasear el dicho: "A cuarto va la vaca; si no necesitas una vaca, ese cuarto que te ahorras".