martes, marzo 04, 2008

EL RINCÓN DE LOS CHISTES PERDIDOS

Parafraseo a Víctor Manuel (que ya son ganas de parafrasear), y me pregunto adónde van los chistes que no hacemos, que nos tiran, que se pierden. ¿Quedan, quizás, en un limbo, esperando que otra mente en otro momento y lugar los capte y los formule con más fortuna? Por si acaso quedan aprisionados en la inexistencia (inechistencia en este caso), quisiera compartir dos pequeños y malogrados juegos de palabras que no llegaron a ver la luz de los focos ni a resonar en las cuerdas vocales de una presentadora. Nuestras criaturas más débiles son las que más despiertan nuestro instinto paternal de protección. Allá van.

La noticia real es que en Filipinas a los testigos protegidos han dejado de ponerles guardaespaldas en los traslados a los juicios, y ahora son monjas las que les custodian, unas monjas bajitas sin conocimientos de artes marciales ni ningún entrenamiento especial, pero a las que, por lo visto, se respeta mucho. Y digo yo:

- Pero bueno, ¿en Filipinas siguen siendo filipinos... o se han vuesto "filipollas"?

Y como filipinos ni empieza ni termina igual que gilipollas, no se entendió, a pesar de que las estructuras silábicas de ambas palabras (filipinos y gilipollas) tenían un recuerdo más que notable y de que una prima mía, siendo niña, pensaba que el insulto era así, con "f" (filipollas). No obstante, me parece más gracioso, si cabe, por el hecho de que la palabra filipollas no existe. Reconozco que era arriesgado. Jugamos... y perdimos. A la tarde lo intentamos con otro, más sólido, que además de la fonética aportaba un concepto:

- Parece mentira que desprecien así a los guardaespaldas en Filipinas, con lo famoso que ha sido siempre el "matón de Manila".

Pues tampoco. Tampoco entró la idea de que unas monjas bajitas e inexpertas no podrían proteger a los testigos de posibles disparos. Como mucho, de que no les dieran en los huevos.

En fin, que una mala tarde la tiene cualquiera.

17 comentarios:

Sakura dijo...

El primero era demasiado arriesgado, sólo apto para mentes elevadas y oídos finos.
Y el segundo, bueno, eso, que una mala tarde la tiene cualquiera.

Yo me quedo con la "inechistencia".

Qué gusto volver a leerte.

txopsuey dijo...

Pues a mí me han gustado. Muy bien, Álvaro.

Álvaro dijo...

¡Cómo, Sakura, ¿que no te han gustado?! ¡Si eran cojonudos! El primero seguramente más gracioso (más raro también, claro), y el segundo mejor colocado, incontestable. Gracias, Juan Carlos, sabía que tú los ibas a valorar.

Anónimo dijo...

Eso de que los chistes perdidos se quedan flotando en el limbo es mucho decir. No hace mucho Veredicto diecitantos se cargó de un plumazo el limbo. Dijo que no existía. A mí eso me dolió pues era mi lugar preferido de evasión. A ver ahora adónde voy a ir cuando me quiera abstraer. No se lo perdono.

En cuanto a los dos chistes, tanto el de los filipollas como el de “matón de Manila” son más para Cámara Café que para que los diga una presentadora, la pobre.

Lo de las monjas bajitas custodiando a los malos eso sí que es un chiste, pero un chiste de humor negro (más que nada por el hábito). A mí es que las monjas bajitas me dan mucho miedo. Se pasan media vida haciendo pasteles sin decir una palabra y eso no puede ser bueno. Yo soporto bien las películas de terror del Hombre Lobo (aauuuuuuuu), de Frankenstein o de Drácula, pero lo que no soportaría, tendría horribles pesadillas y me moriría de miedo es estar custodiada por una monja bajita.

Sakura dijo...

Liuva, pues a mí sí se me ocurre una presentadora que podría decir eso, además muy bien, y después pondría morritos... XD

Álvaro dijo...

Qué curioso, Liuva, que me digas que mis chistes son propios de Cámera Café...

Sakura, mi presentadora creo que podría haber dicho esos chistes, pero no la veo mucho poniendo morritos. ¿A quién te refieres tú?

Ah, por cierto, y ya que reclamas que escriba, te hago yo a ti otra reclamación: ¿No vas a volvernos a poner algún acertijo de esos que nos traen locos quince días? Este verano casi me linchan con el de los monjes silenciosos. Lo peor es que mis amigos no entendieron la solución y se pensaban que les estaba vacilando. ¡Soy un incomprendido en todas partes!

El Autor dijo...

Pues yo el de "Filipollas" te lo habria comprado, me parece muy bueno.

¿Oye decía la noticia si lo de las monjas funciona? Porque si es así me imagino en unos meses a las hermanas de Cristo rodeando a "El Solitario" y mientras amenazan con repartir hostias al que se acerque. O pellizcos de monja! Que ahora que lo pienso, con lo que duele eso, tiene que funcionar.

Álvaro dijo...

No sé si funciona, Dani. Decían que lo estaban haciendo así, porque a las monjas se las respetaba mucho allí, a mí me parece una marcianada.

Lo de los pellizcos de monja se valoró, pero no hubo quorum sobre si era reconocible.

Sakura dijo...

Pues Álvaro, yo me imaginaba a la señorita P. Conde.
¿Quién es tu presentadora?

Álvaro dijo...

Es otra, Sakura.

Sakura dijo...

¡Jo! ¿Y no nos vas a decir quién?
Dímelo al oído que no se lo cuento a nadie...

Anónimo dijo...

Anne Igartiburu?

Jiji.
Na, los chistes perdidos... madre. Si recogiera todos los que andan por los suelos de Globomedia...
A mi el de Filipollas me gustó, que conste. Además yo soy muy de juegos de palabras y similitudes fonéticas.

Álvaro dijo...

Creo que ya he dado más información sobre mí de la que me parece oportuno, Sakura, lo siento. Luego todo se sabe.

Gallahan, gracias por el apoyo. Algunos de esos chistes que andan por los suelos de Globomedia son de un amigo común que hubiera estado dispuesto a batirse en duelo por defenderlos.

Álvaro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Javi Chan dijo...

El segundo chiste era incontestable. Entraría hasta por el ojo de una aguja, como el camello de Cristo (no el que le pasaba el maná, el de la parábola del rico y el Reino de los Cielos).

Yo creo, como cantaba Manrique en sus coplas (porque si es copla, tendría que cantarla como la Piquer), que los chistes son los ríos que, al morir, van a dar a la mar. La Mar es una señora muy graciosa, por cierto.

Álvaro dijo...

¡Así se habla, javi Chan!

Álvaro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.