miércoles, marzo 04, 2009

PALABRAS COMO ROSAS

Si la paciencia tiene su recompensa, la pereza también. Después de cerca de veinte días sin actualizar, mi blogamiga Sakura (sakuranomonogatari.wordpress.com) me ha concedido el premio Palabras como Rosas, ex aequo con otros seis blogs. El galardón, como la nobleza, me obliga:


-Debe otorgarse a SIETE blogs que se consideren gestores de la palabra en todas sus formas.


-Debe mostrarse y compartirse incluyendo el link de quien lo entregó, y no olvidar avisar a quienes les sea concedido.


Aquí cumplo. Nombro merecedores del premio Palabras como Rosas a:


- Planseldon (www.erasmusreloaded.blogspot.com), por sus siempre interesantes posts, su pasión por la lengua griega, sus poemas (soy más de la Camarera del cine Doré que del Epitafio a Mr. Spock) y, por supuesto, por sus tiras cómicas.

- Dulós (www.sisinmispechos.blogspot.com), porque ha encontrado en la palabra la mejor arma para defenderse y luchar, sin perder la sonrisa, la alegría y la dulzura en ningún momento.

- Humoradas (www.humoradas.blogspot.com), a cuyo autor no conozco personalmente y estoy seguro de que el premio le parecerá una bobada y hasta es posible que me odie por incluirle en esta lista. Lo hago por dos motivos fundamentales: 1) que su blog es literaria y lingüísticamente del nivel más alto de los que conozco (además de divertido), y por tanto me siento obligado a reconocerlo, y 2) que habida cuenta de que la dejación de las responsabilidades anejas al premio no conlleva ningún tipo de maldición, tampoco es tan grave el compromiso en que pongo a mi admirado don Enrique.

- Desconvencida (www.desconvencida.blogspot.com), otra desconocida a la que he llegado desde Sakura (de igual modo que llegué a Sakura desde Humoradas... y no sé cómo llegué a Humoradas). No obstante, debo hacer mención de que, en el juego de casualidades que la vida nos regala a cada instante, un compañero de trabajo me vio entrar en este blog y se sorprendió: es amigo personal de su autora. El premio es de agradecimiento por su magnífica labor de selección de diálogos de películas.

- Javi Chan (www.epetecaundeblog.blogspot.com), por su afición al humor retórico, y obviando sus fotos y vídeos chuscos, que los hay. Todos esperamos más de este joven prometedor.

- La navaja en el ojo (www.lanavajaenelojo.blogspot.com), por sus agudos análisis del mundo audiovisual y de otros mundos, y porque es uno de mis enlaces más antiguos.

- Loctary (www.loctary.blogspot.com), porque, aunque acostumbra a dar más de una patada oral y escrita al diccionario, debemos entender que el prolongado silencio creativo que mantiene en su blog no es sino una muestra de respeto por nuestra lengua. Bueno, y porque es mi amigo. ¡A ver si actualizas!

(Y ahora, a avisar a todos).

LA COMUNIDAD

Las comunidades de vecinos y sus reuniones y juntas son un socorrido tópico para la comedia negra. La realidad habitualmente confirma y hasta supera toda ficción, desbordando iniquidades, rencillas y malos rollos. Por ello, me es obligado dar gracias por tener la comunidad que tengo, todo lo contrario del sombrío paradigma que está en el imaginario colectivo. Y no es que mi ingenuidad me nuble la vista, puesto que pude reconocer perfectamente a un vecino indeseable en otra comunidad a la que pertenecí en una época ya pasada. Aunque quizá también deba agradecerle a él su antipatía, ladridos y malos modos, que fueron un factor que tuve en cuenta para buscar mejor acomodo.


Mi comunidad actual es, y toco madera, una balsa de aceite. A las juntas faltan la mitad de los vecinos, pero el resto siempre estamos y solemos estar de acuerdo. El martes tuvimos un escuetísimo orden del día: aprobar cuentas, aprobar presupuestos, cambio de contadores de agua, cuestiones sobre las bombillas de la comunidad y renovación de junta de gobierno. No hubo discusiones, sólo información, algún intercambio de impresiones, y listo. Incluso el siempre problemático punto de la presidencia de la comunidad se resolvió bien. Un vecino eligió voluntario a otro y se erigió él mismo como vicepresidente. Hay que decir que, esté quien esté, ellos siempre echan una mano. Desempeñaron el cargo hace años durante varios cursos seguidos, pero se borraron por un incidente con una vecina que demandó a la comunidad por un malentendido con los anteriores administradores. Cambiamos de administradores, la vecina fue presidenta, y ellos la ayudaron como a todos. Todo ha vuelto a la normalidad.

La junta duró una hora. Fue en un salón parroquial lejos de la casa y volvimos todos juntos, dando un paseo y charlando amigablemente.

Reconozco que hubiera sido más gracioso describir enfrentamientos, insultos, los argumentos absurdos y enquistados de unos vecinos contra otros, pero no fue así, y lo prefiero. Y lo agradezco. Estas cosas también hay que decirlas, no todo va a ser la crisis.