Su madre y yo enseñábamos refranes a Lucía. "Al que a buen árbol se arrima buena sombre le cobija", le dijimos, y le explicamos el sentido. Acto seguido, puntualicé: "Pero tú eres el árbol".
Seamos todos el árbol.
En cuanto a Lucía, no se lo digáis, pero tampoco es el árbol.
Es el sol.
7 comentarios:
Hombre, muy tierno es tu comentario... pero tú eres un humorista, Alvaro sin acento... un cómico, la gente demanda de ti humor, ironía, sarcasmo...
Como diría Harry el sucio a un afroamericano al margen de la ley: alégrame el día... (aquí tú eres el negro, amigo, me reservo el papel de duro, por aquello de la crítica constructiva al post)
Claro, yo queria meterme contigo como es menester. Pero después de algo tan tierno... a ver qué malicia le queda a uno!!
Y mira que tengo malicia!
Ooooooooooooooooh!
Os estáis equivocando todos: no es ternura, es metafísica.
Pues nunca la metafísica me pareció tan tierna...
Vais a conseguir que borre el post.
Encima, modesto. Que me envuelvan al de las gafas que me lo llevo: ¡Oooooooooooooooooooh!
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