viernes, marzo 08, 2013

LO DEL COLESTEROL

No quería comentar nada por no alarmar, pero ayer se me fue el dedo en el teclado, y ahora casi es más sospechoso hacerme el olvidadizo y pasar por alto el tema. Las cosas hay que saberlas y afrontarlas. Sí, es un hecho: tengo colesterol. Y cuando digo tengo colesterol, quiero decir colesterol del malo y quiero decir que lo tengo alto. Tampoco una barbaridad, no se vayan ustedes a creer, y está en mi voluntad bajar esas cifras. Pero, ¿cómo?, si me han dado una tabla de lo que debería hacer... ¡y ya lo hago! No como mantequilla ni margarina, y miro los ingredientes de los envases para evitar comprar alimentos elaborados con grasa de palma o coco. Como la fruta y la verdura indicada, como legumbres, consumo frutos secos a diario, y cereales integrales, apenas dos huevos a la semana, no tomo bollería industrial, ni grasas animales y cocino todo a la plancha o cocido.

Sí, se han dado cuenta, ¿verdad? Me he comido algo. Dos cosas, lo confieso. Los lácteos que comía no eran desnatados. Ya lo he corregido, me he quitado el yogur griego del desayuno, uno al día no todos los días, y me he quitado lo poco que pudiera comer de queso. Y luego está lo del pescado, que hay que comer más y preferiblemente pescado azul. ¡Pues ya está! Llevo un mes cenando sardinas cada dos días. Afortunadamente, ayer me llegó un correo de estos absurdos que dice que si les cortas la cola no huelen al cocinarlas. Lo he hecho, y ha funcionado, no sé por qué. Ahora espero el correo que diga que las propiedades del pescado azul están en el olor, y que unas sardinas que no huelen no reducen el colesterol.

También me dijeron que no me preocupara, y no me he preocupado. Que a lo mejor no era por la comida, sino porque lo generaba yo, y he tratado de no generarlo, sin saber cómo. O por la genética, y he buscado a otros padres, pero ya soy mayor para que me adopten. O por el estrés... pero eso sí que no. ¡Cómo va a ser por el estrés, si lo que me ha estresado ha sido saber que tenía colesterol! Afortunadamente, hay algo más que puedo hacer por mi salud: caminar. Y eso hago: camino por las principales arterias de la ciudad, oxigenando el recorrido y barriendo metafóricamente la grasa. Y que no me venga nadie ahora a decirme que las metáforas suben el colesterol.

En fin, amigos, vigílense, porque si yo, que debo de estar dentro del 5% por ciento de la población que más sano come en Madrid, he podido tener colesterol, ¡nadie está a salvo!

2 comentarios:

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Si te sirve de consuelo, somos muchos los que estamos igual. Saludos.

Álvaro López de Quintana dijo...

No me consuela mucho, pero te agradezco la visita, Enrique. Un saludo.