jueves, marzo 14, 2013

CAMBIA TUS CREENCIAS

          Confieso que no sé si el humorista nace, se hace... o se lo hace. De estos últimos conozco a unos cuántos. Pero he encontrado en mí una manera más de ser humorista, y es "dejar que te lo hagan". Así es: te quedas sentado tranquilamente en tu casa, y el universo te trae el humor. ¿O no es gracioso que el nuevo papa sea argentino? ¿O que los titulares de prensa traten de convencernos de que es un hombre humilde? Pero bueno, ¿en qué quedamos? ¿No era argentino? Puede ser que sea un papa con sensibilidad social y que esté al lado de los pobres, pero como buen argentino, no estará simplemente con los pobres, sino con LOS MÁS desfavorecidos.

          Pero no hemos venido aquí a hablar del papa, sino de la carta que recibí hace un par de días. Un misterioso sobre blanco tamaño A5 en posición vertical, con mi nombre y dirección correctamente impresos y un lema abajo que rezaba "cambia tus creencias". Misterioso, ¿verdad? Enseguida pensé en los testigos de Jehová, que por fin entraban en el siglo XX y renunciaban a la venta directa de "puerta fría" por técnicas más modernas de marketing, y lo sentí. Si esto resultaba ser cierto, habría perdido para siempre la oportunidad de acoger en casa a un equipo proselitista para tener una amigable charla sobre la divinidad, la Biblia y el funcionamiento del universo. Una vez estuve a punto de conseguirlo. Una voz de mujer joven con suave acento meridional, con toda probabilidad americana e incluso afinando más, caribeña, tocó el timbre de mi portero automático. Recuerdo inequívocamente que dijo ser testigo de Jehová y tengo la vaga impresión de que me comentó la posibilidad de charlar, pero ya lo dudo. Yo, amable y casi hasta entusiasta, le dije: "Claro, sube". Pero no subió. Mi torpeza para traer mujeres a mi casa raya en lo increíble.
 
          Volvemos al sobre. El tacto, ya les digo, era rígido, por lo que parecía contener un tarjetón o algún tipo de folleto. En la solapa del remitente leí: PORSCHE. Extraño, ¿verdad? Extraño, pero cierto: Porsche me mandaba una carta pidiéndome que cambiara mis creencias. ¡Como si no tuviera bastante con las que tengo, para encajar ahora unas distintas a estas alturas! Abrí la carta y en su interior, efectivamente, había un folleto de la citada marca de coches deportivos de lujo dedicado al Porsche Cayenne Diesel. Y debajo "Cambia tus creencias". Si lo piensan, no es tan descabellado. Dios y el Porsche Cayenne son igual de inalcanzables.
 
          Pero las marcas no quieren nuestra alma. La mayoría de ellas no valen nada (las almas, digo). Las únicas creencias que había que cambiar eran seis items sobre el citado coche: que consume demasiado, no cuida el medio ambiente, no es apto para el día a día, viene poco equipado, es inaccesible y que un Cayenne no es un Porsche. Errores todas las creencias, excepto la última, que no es un error, sino un Gran error. Aunque también es un error por parte de Porsche pensar que yo tenía esas creencias. En realidad nunca había dedicado ni dos segundos a elaborar ninguna creencia sobre el Cayenne. Miento, sí tenía una: Debe de ser carísimo.
 
          Como en muchos avisos publicitarios te crean la necesidad y el deseo, pero no te dicen lo que te va a costar, agradecí que en este folleto, pusieran el precio y bien grande. Y al verlo, me reafirmé en mi fe: efectivamente es carísimo. Aunque también en Porsche tienen razón: no es innaccesible. Una persona trabajando mucho y ahorrando mucho durante muchos años, sin irse nunca de vacaciones y si tiene la suerte de no perder el trabajo o que le rebajen el sueldo a la mitad, podría llegar a preferir comprarse el coche en lugar de un piso en la playa. Luego, trabajando mucho y ahorrando mucho durante muchos años, podría pagar un año de seguro.
 
          El hecho, pues, es que en plena crisis un hombre en paro recibe una invitación para gastarse 74.600 euros en un coche (o 700 durante 47 cuotas, con 20.925,08 de entrada y una comisión de apertura de 1609,89, que suman 88.332,18). ¡700 euros al mes durante 4 años! ¡Pero si 700 euros es más de lo que han costado los dos últimos coches que he tenido (Un recuerdo a la memoria de don Vicente y un afectuoso saludo a Gonzalo, mi benefactor). Si esto no es humor, ¿qué lo es? Estoy por enviarles una carta declinando su invitación por falta de liquidez. Aunque también, y ya que hablamos de creencias, les diré que aunque creo en el Cayenne y otros coches de lujo porque tengo evidencias de su existencia, mi religión no me los permite. 
 
 

1 comentario:

lover dijo...

A día de hoy, el único blog que me hace reir a carcajadas.

Para colaborar, y sabedor como soy de que no "gastas" Twitter, te escribo aquí el tuit que puse cuando nombraron al actual Papa. "Me creo que el nuevo papa sea humilde pero, siendo argentino, supongo que será... ¡el más humilde del mundo!"