lunes, enero 12, 2009

TO BE FREE OR NOT TO BE FREE... GRAT IS THE QUESTION

Una conocida compañía de telecomunicaciones me envía el siguiente mensaje de texto a mi móvil:

"Fulanistar publi premiamos tus 8 años de fidelidad, habla en 2009 con Fulanistar 1000 min.gratis/ultima semana/mes hsta agosto.Alta hsta17/01(3e+IVA)info 4545(0,23e)".

Para ser una compañía de comunicación, se comunican bastante mal. Errores de puntuación, acentuación, elisión aleatoria de vocales (no se trata del lenguaje SMS de un adolescente, más bien parece una redacción desidiosa) y, por supuesto, un mensaje poco claro. ¿Te regalan 1000 minutos al mes, todos los meses hasta agosto o 1000 minutos en total? ¿Los tienes que consumir en las últimas semanas de cada mes o es que la promoción empieza a final de enero y de forma continua hasta agosto? ¿Y por qué ponen una barra entre "última (mejor con acento) semana" y "mes", dejando las palabras "mes hasta agosto" como si constituyeran una misma frase. Y luego, por supuesto, la traca final: ¡te cobran el "regalo"!

Verdad es que mis ocho años de permanencia no responden a la fidelidad, sino más bien a la desconfianza de que ninguna otra compañía te vaya a timar menos. He pensado a veces en Simyo por el precio, y no lo descarto, aunque recelo de su cobertura y servicio. Fulanistar, aunque apela a mi fidelidad, sabe que no lo es tal. Pero eso no le autoriza para vacilarme. Si para disponer de 1000 minutos gratis tengo que pagar tres euros más IVA (¿una sola vez o todos los meses?), hay algo que está muy claro: ¡Esos minutos no son gratis!

Gratis es lo que se da "de balde", "por gracia", a cambio de nada. 1000 minutos a cambio de tres euros más IVA (o, probablemente, 21 euros más IVA, si te lo cobran cada mes desde febrero hasta agosto) puede ser barato, no lo sé, ¡pero no es gratis! Ni es gratis, por supuesto, pagar 0'23 euros por simplemente llamar al 4545 para solicitar información sobre este "premio", algo totalmente imprescindible después de recibir el mensaje críptico que te han mandado.

En fin, que nadie da duros a peseta ni euros a céntimos, y si el tiempo es oro, evidentemente nadie te va a regalar los minutos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ja ja ja ja! Yo he recibido hoy el mismo mensaje. Yo tengo un año más de fidelidad (que no felicidad) y se debe exactamente a lo mismo, poca confianza en todas las compañías y sobre todo la pereza que dan las migraciones...
Cuando veo "mensaje de 4545" pongo el dedo en "piloto automático" y lo borro casi sin leerlo. Total, para no enterarme de qué es lo que me quieren vender...
El año pasado estuve recibiendo llamadas continuas durante semanas (a la hora de la siesta, para más inri) de su servicio al cliente. Finalmente lo cogí para que me dejaran en paz y resulta que querían ofrecerme una bajada del precio a cambio de seguir con ellos 12 meses.
Si ellos supieran a qué se debe nuestra fidelidad...

Álvaro dijo...

Yo piqué con una de esas de 100 minutos por tres euros durante un año. Me lo ofrecieron por teléfono, me dijeron que valía 10, pero ahora estaba en 3, dije que yo no hablaba tanto y me miraron una factura y me dijeron que sí que había hecho alguna llamada largas. Total, que dije que bueno, y me arrepentí al instante, pero el contrato no me lo mandaron hasta dos meses después. Ponía que podía echarme atrás en quince días... pero se referían a quince días desde que lo había contratado, así que tendré que mantener mi fidelidad hasta agosto o pagar una pasta. ¡Sinvergüenzas!

Anónimo dijo...

Abogo, querido Álvaro, por volver a la Prehistoria. Aquella en la que cuando quedabas con una persona y llegaba tarde no te quedaba otra que, literalmente, joderte de frío esperando en la calle y con la incertidumbre de: "¿Le ha pasado algo o me ha dado plantón?"

Álvaro dijo...

Aunque estamos demasiado pegados al móvil, para el caso que dices, arrozpegao, yo casi prefiero poder llamar. Todo será que tu amigo o amiga lo tenga desconectado o se lo haya dejado en casa. También siempre puedes pensar "¿Me habrá dado su teléfono de verdad o un número falso?".

Anónimo dijo...

Te puedo asrgurar, Álvaro, que a mí jamás me han dado un número falso. Directamente, pido el teléfono y no me lo dan.

Anónimo dijo...

Arrozpegao:
No hace falta volver a la Prehistoria para quedarse pensando en si al otro le ha pasado algo o si es que no quiere saber nada más de ti.
Y si no me crees, pregúntaselo a Umeki (http://sakuranomonogatari.wordpress.com/2009/01/12/mensajes/).
Álvaro, me acabo de dar cuenta de que nuestras entradas sobre móviles son ¡del mismo día!
Sincronías de la vida...

El Autor dijo...

Hagas lo que hagas no te pases a Yoigo. Mi hermana es de Yoigo y los mensajes que envia llegan con horas o días de retraso, los multimedia directamente no llegan. Una lástima, pero las tres grandes se reparten todo el bacalao.