martes, mayo 01, 2007

FESTIVOS

Esto de trabajar en casa tiene un algo de ir a la contra. Cuando todos trabajan, uno se siente de vacaciones; cuando es fiesta, que pringa. Lo digo porque hoy estoy currando. Y mañana también.
No me gustan estos festivos entre semana. Rompen el ciclo natural de la semana, que empieza, se interrumpe y vuelve a empezar para terminar al día siguiente sin que a uno le dé tiempo a acostumbrarse ni al trabajo ni a las vacaciones. Mientras tanto, cierran las tiendas, y acostumbrado como estoy, a comprar de poco en poco en las tiendas del barrio (frutería, herbolario, y un par de supermercados), esto de saber que durante dos días enteros no puedo comprar nada si lo necesito, la verdad, me da un poco de vértigo. ¿Qué sería de mí en tiempos de guerra? Tendría que acostumbrarme a hacer una exhaustiva lista de la compra antes de salir o exponerme mil veces entre las trincheras y los tiroteos para llegar a la frutería a por un par de limones y un poco de perejil que se me había olvidado. Diréis que compre más en cantidad para que me dure, pero es que los plátanos, por ejemplo, no los puedo comprar más que de cuatro en cuatro, porque se me pasan.

En el mundo de las fiestas, es todo muy extraño. ¿Por qué el día del trabajo se celebra sin trabajar? Y si los días de la madre y del padre se les hace regalos a los susodichos, ¿por qué en el día del trabajador los empresarios no nos envían un jamón a los currantes? Por cierto, ¿sabrá mi productora que estoy trabajando? Nosotros, por la mecánica del trabajo, no podemos tomarnos un día libre, porque se descabalaría todo, de modo que, o descansamos o trabajamos, pero tiene que ser la semana entera. En semana santa optamos por lo primero, y hemos tenido que firmar un papel diciendo que nos tomábamos lunes, martes y miércoles de vacaciones. Ahora tendré que pedirles que nos firmen otro dándose por enterados de que hemos trabajado el 1, el 2 y el 15 de mayo, san Isidro, que también le daremos a la tecla.

Aquí lo dejo, que al final va a ser verdad que no trabajo.

2 comentarios:

txopsuey dijo...

Yo apuesto por el cambio de cromos: vale, trabajo un festivo, pero -cuando a la productora le venga bien- me lo cobro con un laborable de vacaciones.

Álvaro dijo...

En realidad, ya nos los cobramos en Semana Santa.