martes, julio 03, 2007

EL NOMBRE

La edad media de mi comunidad de vecinos es ... de la Edad Media. Hay dos avanzadas octogenarias; dos hermanas de edad indefinida, pero mayores; varios jubilados, y algunos ausentes (cuento seis, por lo que me han contado) que han caído en los últimos ocho años. Hoy viene una extraña, le sujeto la puerta del portal, comparto con ella el ascensor, y, entre agradecimientos y torpezas al pulsar el botón, se ve obligada a darme conversación. ¡Novedad de novedades! Viene a ver a un recién nacido. Me da su fecha de nacimiento y su nombre. Se llama como yo.

Me gusta que le pongan mi nombre a un bebé. Sólo por ello siento un vínculo hacia él, quizá algo como gremial. Me sucede también con las niñas que se llaman como mi ahijada. Como si fueran algo mío.

Y a la vez, no me gusta que nadie se llame como yo, y me roben esa parcela de exclusividad que, durante un breve tiempo en el colegio, pensé que era mi nombre. Somos demasiados. No hay sitio para tantos Álvaros.

Igualmente con las niñas, se me despierta un sentimiento encontrado (encontrado con el anterior, quiero decir) como de "territorialidad nominal": Ese nombre es de mi sobrina, no te vayas a pensar que por llamarte como ella vas a ser igual.

Aunque ojalá miles de niñas se pusieran de acuerdo para lucir al mismo tiempo e iluminar la Tierra. Es oro puro.

18 comentarios:

Álvaro dijo...

Veo que para mí no hay sitio...

Pues nada, me marcho...

Jo...

Snif...snif...

Álvaro Matía

Lucíayelseso dijo...

Pues te llamas como mi padre y como mi hermano...lo siento, pero hay muchos Álvaros, aunque he de decir q no tantos y q es un nombre que me encanta.
A mí me pasa lo mismo que a ti, me hace ilusión que alguien se llame como yo, pero al mismo tiempo me jode. Ese nombre es mío y a otra no le queda tan bien, no le pega, vaya.
Cuando era pequeña no había muchas Lucías, de ehcho fui la única en mi promoción y en la siguiente...pero cada vez conozco a más y no me hace nada de gracia. Sobre todo me siento rara al llamar o hablar de Lucía tal, o Lucía cual...
Mi madre se llama como yo, y por eso, si alguna vez tengo una hija, jamás la llamaré así, para no robarle ni una pizca de identidad e independencia (que chorrada,no?). Creo que esta idea es de nuestros días, antes, generación tras generación , primos, sobrinos, e incluso hermanos compartían algún nombre. Mi madre, por ejemplo, se llama Lucía porque antes de nacer ella tuvo una hermana, Lucía, que murió a las pocos días de nacer...y van y le plantan el nombrecito a ella, y luego a mí...que yuyu...
Bueno, siento el rollo, pero como una vez comentaste algo en mi blog, me he tomado la confianza y he agarrrado el brazo entero...

Un saludo, si sigues despierto después de leer todo esto...zzzzzzzzzz

Álvaro dijo...

Casualidad de casualidades. Hablo de mi nombre y del de mi sobrina y me dejáis un comentario Álvaro (como yo) y Lucía (como ella).

Álvaro, ya que estás, se puede hacer una excepción. Sé bienvenido.

Anónimo dijo...

¿Has visto la peli "Los Sin Nombre?
A Isa le encanta el nombre de Lucia, así que si algún día tenemos una nena...
Aprovecho para mandarte un abrazo infinito Don Alvarito.

Daniel S dijo...

A mi lo que me jode es que haya un director que se llame Daniel Sánchez. Y ahora, cuando después de ser un guionista famoso quiera dedicarme a la dirección... ¡¿Qué hago??!

Boicot al primer Daniel Sánchez!!

Álvaro dijo...

Sí, Dani, pero vuestros proyectos son muy diferentes. No es lo mismo "azul oscuro casi negro" que "una ***alía casi una ***reza rareza"... ¡y con el mismo tipo de letra!

(he encriptado el título por si no quieres que se sepa en público)

Sagaleti, no he visto los Sin Nombre, pero no sé por qué me suena a misterio y terror, así que me da un poco de miedín verla.
Y nada, ya sabes, si le ponéis ese nombre a una hija, tendrá una especie de padrino anónimo.

Abrazos.

El Autor dijo...

Omitiré mi opinión sobre tu opinión!

:-P

Galahan dijo...

Puf, mi nombre el otro día descubrí que era el más común de España, así que como para picarme.

Además, mi padre se llama igual y mi abuelo se llamaba igual. Es más, es tan triste que hay una calle con mi nombre en Requena (Valencia) pero con el segundo apellido de mi abuelo, claro, para jodernos el poder ir mi padre y yo presumiendo por ahí...

Eso sí, la sobrinada que tengo (ya van 5) hacen que no exclusivice nombres. Y no, no hay Alvaritos ni Lucías.

Ni Danis :P

P.D: Respecto a nombres, el mio es Antonio, aunque prefiero Toni. Eso sí, con i, no con Y que me parece una horterada mayúscula (a parte de que la i tiene viene de la raíz latina del valenciano).

Y ya!

Álvaro dijo...

Si no llegas a hacer la aclaración, ya iba a pensar que tu padre y tu abuelo se llamaban Galahan.

Sakura dijo...

A mí me ocurre normalmente con los nombres que me gustan o no dependiendo de si he conocido a alguien que se llame así. Si la persona me caía bien el nombre acaba gustándome. Y viceversa.
También me ocurre siempre una cosa extraña: cuando me presentan a alguna mujer que se llama Esther automáticamente mi cerebro (que debe tener una mala conexión) lo registra como Raquel. Con lo que la interfecta se queda con el nombre cambiado para el resto. Y también me ocurre al contrario (Raquel x Esther) ¿No os parece raro?
Hala, ya me he ahorrado una consulta del psiquiatra.

Álvaro dijo...

Tú sí que tienes suerte con el nombre, Sakura. Aquí nadie se llama como el árbol de los ¿melocotones o albaricoques?

Lo de registrar un nombre por otro ya lo había oído otras veces. Supongo que tiene que ver con la musicalidad. Yo, cuando se me olvida cómo se llama alguien, pero tengo el nombre en la punta de la lengua, lo que recuerdo es su estructura silábica y dónde lleva el acento. En tu caso, Sakura, Esther y Raquel tienen en común que son bisílabos agudos con acento en la e. O sea, que ambos suenan na-né. Eso y que son nombres bíblicos. Y seguramente alguna asociación de ideas extraña e inconsciente que no nos has contado. O sea, que el psiquiatra no te lo ahorras.

Lucíayelseso dijo...

A mi me pasa tb lo de Raquel y Esther y no sé por qué con Silvia y Patricia, y en este último caso lo graciso es que conozco a varias parejas de hermanas llamadas así , una Silvia y otra Patricia...

Anónimo dijo...

Freud decía que no hay ninguna confusión inocente, que todas tienen un por qué inconsciente. “Actos fallidos” las llamó.

Confundir nombres es algo bastante común, y suele ocurrir cuando tienes los nombres de las dos personas “asociados mentalmente” de alguna manera (la teoría vendría a ser que la activación neuronal de un nombre está muy cercana a la del otro, y cuando lo dices sin pensar, te confundes).

Para todos los interesados en estas cosas, recomiendo encarecidamente el libro “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, de Oliver Sacks, una recopilación de casos clínicos muy interesantes.

Liuva, psiquiatra, consulta de 15:00 a 18:00 h., se renuevan las revistas.

Por cierto, Lucía, ya que estamos… ¿No te parece que Lucía es una conjugación en pretérito del verbo lucir? ¿No sería más aconsejable y actual llamarse Luzca?

Sakura dijo...

Es cierto, Álvaro. En el caso de Lucía ocurre lo mismo, los nombres suenan igual: "nínia".

Liuva, leí ese libro hace un par de años. Me entretuvo bastante aunque pienso que, por mucho que estén disfrazados, no deja de ser algo poco ético contar los casos de tus pacientes en un lugar que no sea una revista médica.

Miquel Angel dijo...

Pues yo confundo Isabel con Silvia (y eso es antes de conocer a mi suegra Isabel...), y respecto a lo de Esther y Raquel, a que se puede deber Sakura? alguna idea? Ahora mismo no se a q peude ser debido... alguna mala experiencia en el pasado? has conocido a alguien que se llame Esther o Raquel?

Alvaro, me ha encantado tu peosia de unos dias atras, la verdad, soy tan parco en palabras... lo mio es mas la informatica, la verdad, si tienes alguna duda, me puedes preguntar lo q quieras!

Sakura dijo...

Miquel, dejemos los traumas para otra ocasión. No vamos a estropearle el blog a Álvaro con esas cosas.
Lo que decías, Álvaro, a veces los comentarios se van de madre...

Álvaro dijo...

Sí, Sakura, pero ¿y la de entradas que estoy teniendo? ¡Empiezo a tener un blog popular! (Y eso que muy pocos saben que soy Hiro nakamura). Bienvenido, Miguel Ángel, se agradece el ofrecimiento, pero yo soy más bien de esos a los que el informático tiene que llevar el dedo hasta la tecla.

Sakura dijo...

Mejor que no lo sepan. Te lo digo yo que soy Isaac Mendez y me han rebanado el cráneo.