lunes, septiembre 25, 2006

DOS COMO GREGUERÍAS

El hombre no desciende del mono: directamente empieza siendo mono. Impepinablemente, cada vez que una persona ve a una madre con su bebé en el cochecito, dice: Qué niño más mono.

Cuánta impertinencia la de esos desconocidos que paran a las madres con hijos pequeños y les hacen preguntas: "¿Cómo te llamas?". El niño, tímido, hosco o lento de reflejos, calla, mientras una voz impostada contesta en su nombre "Me llamo Carlos, y tengo cinco años". Tienen algo de ventrilocuas las madres.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, buenas...!

El Autor dijo...

El niño es lento de reflejos y la madre habla. O el niño calla porque... ¿Para qué hablar si ya lo hacen por ti?

Anónimo dijo...

Y después del truco de la voz, viene cuando la madre le dice que haga algún numerito circense.

Meritxell2000 dijo...

Vaya,me he visto retratada en la madre que quiere salvar la timidez del hijo como sea, hasta haciendo el paripé...