miércoles, junio 28, 2006

A POR NOSOTROS, OÉ

Define el diccionario la ilusión como "concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por el engaño de los sentidos". Metáfora de la vida.

Se viste la gente de un color, llevan banderas, tambores, pitos, se pintan la cara, se reúnen en un mismo lugar para hacer masa y cantar las mismas canciones, como si eso fuera a durar siempre... pero siempre termina antes de tiempo (no lo digo porque nos eliminen, pues incluso la victoria se agota en sí misma). El caso es que perdemos y, de pronto, se deshace la ilusión, desaparece el engaño, no hay razón de ser para esas caras pintadas ni esas canciones. "A por ellos, oé"... ¿A por quiénes? Ya no iremos a por nadie más. Se ve entonces la sinrazón de tanta parafernalia y pienso que, más allá de la decepción patriótica, se despierta en los aficionados un cierto sentido personal de ridículo. ¿Qué hace uno, en medio de la calle, pintado de rojo y amarillo, si su equipo ya no juega? Imagino que uno, entonces, preferiría no haberse vestido tanto con su ilusión, y pasar desapercibido ante los demás y ante sí mismo.

Cuando todo termine, ¿qué haremos con la camiseta de nuestra profesión, la bandera del dinero, la cara pintada con los colores de la familia, los cánticos de nuestros amigos o los tambores del "así soy yo"? Esas derrotas nos llegarán todas juntas cuando menos nos las esperemos, y uno tendrá que buscarse debajo de la camiseta, el maquillaje y los gritos de ánimo, y apenas tendremos unos instantes para tratar de encontrar algo. Y entonces uno desearía no haberse dedicado tanto a corear el "a por ellos", y haber practicado más el "a por mí". Nosce te ipsum.

3 comentarios:

El Autor dijo...

Que va.

Uno no se arrepiente de lo que ha gritado o coreado, incluso cuando su equipo pierde. Uno se maquilla, uno grita, uno salta, uno celebra mientras hay que celebrar. Cuando se para la música no se arrepiente del baile. Prueba de ello es que, la próxima vez que suene volveremos a ilusionarnos.

¿Por qué? Porque es divertido.
Porque lo hacemos por nosotros.
Porque si sólo nos ilusionáramos cuando estamos seguros de la victoria... nos ilusionaríamos muy poco.

Anónimo dijo...

La ilusión que defines en un equipo que sabemos que no es muy bueno es como una burbuja de jabón. Está hinchadísima, pero de aire. Espero que la ilusión que tengamos en nosotros mismos sea un poco más consistente y que no resulte tan fácil de explotar. De todas formas, me gusta mucho la reflexión y la comparación que has hecho.

Galahan dijo...

Yo aún me pregunto más cuando he visto a Luis Aragonés coreando cual loco esa cancioncilla de "a por ellos"!!

Da miedo!

Es como un ritual de Atapuerca o algo así.