viernes, noviembre 03, 2006

ESGRIMA Y LLUVIA

(Dedicado a mi amigo Txopsuey)

De mis tiempos de aprendiz de esgrimista poco conservo. El traje, la careta y la espada, pero pocas enseñanzas. No fui precisamente un discípulo aventajado. Sin embargo, en días de lluvia como hoy encuentro una insólita utilidad en los movimientos básicos que trataron de inculcarme. Según se me acerca algún transeúnte con paraguas (habitualmente mujer mayor bajita, gorda y que circula bajo la cornisa, para ser más preciso), se pone en marcha un reflejo adquirido. A derecha o a izquierda, aparto de mi camino ese instrumento del demonio con una eficaz parada de sexta.

(Si tuviera paraguas lo llevaría cerrado y sin fintas ni arabescos, les atacaría por sorpresa con un fondo.)

4 comentarios:

Álvaro dijo...

Querido amigo, la filosofía del ataque está bien aplicada al deporte, pero en mis paseos no me planteo un enfrentamiento en plan o yo o el otro. A veces surgen enemigos, más como obstáculos que como rivales reales, y basta apartarlos hacia fuera con parada de sexta para seguir mi camino. No sé si se asombran o no, pero en todo caso, no les da lugar a responder.

Me desconcertaba tu sugerencia de hacer parada de cuarta, y ahora la entiendo. Yo hablo de sexta contando con ataques que me llegan desde delante o un lado, pero por mi derecha. Si vienen por la izquierda, sí, será mejor de cuarta. Gracias, en todo caso, por tus consejos.

Anónimo dijo...

Querido Álvaro:
quiero decirle que me ha gustado mucho su texto, aunque no entiendo de esgrima,por suerte o por desgracia.Es un "deporte" que no me he planteado hacer, pero quién sabe, la vida da muchas vueltas.
Bueno, no es mucho pero espero que le sirva. De verdad que está bien, al igual que todos los demás, por supuesto, unos me gustan más que otros, pero...¡y a quién no!.
Siga así y si puede escriba más a menudo.
Un saludo.

El Autor dijo...

Yo le pego a la vieja un sopapo que flipas!!

Sin tantos arabescos ni gaitas!
jejeje

Me voy a ver si como algo, que acabo de llegar y ya estoy pegado al ordenador. Que vergüenza!

Un besote!

Anónimo dijo...

Es que los paraguas están muy mal inventados. Yo impondría una ley sobre el tamaño del paraguas y las personas que se cobijan debajo. ¿Qué es eso de una sola señora menuda con una cosa del diámetro de la parabólica del Hipasat?