domingo, diciembre 21, 2014

AL CARIBE CON LOS PIRATAS ¡URGENTE!

Ayer estuve viendo a mis amigos de Timaginas en el Teatro Arlequín y me lo pasé como un enano. Si tienen ustedes niños, tienen la excusa perfecta para ir a verla cualquier día de estas navidades (entre semana, por la tarde, y el sábado y domingo, por la mañana). Pero si no los tienen, vayan igualmente, Y fui sin hijos ni sobrinos (creo que fui el único adulto sin niños), pero no los eché de menos.

Si Julio Verne ideó a un Capitán de Quince Años, Timaginas sube la apuesta y nos planta uno de trece (que, además, ya viene con experiencia). Al pobre Miguel Ángel, el más joven del elenco, le toca hacer de serio y poner orden en su tripulación, dos primos zascandiles que no paran de hacer bromas desde que se levanta el telón y hasta que baja. Bueno, metafóricamente, porque ayer el telón no lo tocaron. Pero él se lo pasa bien, parece que hubiera nacido para el escenario.

En "Piratas al Caribe" (no del Caribe, no confundirse), el capitán Bramante, Boquerón y Esparragón tiran abajo la cuarta pared y se meten al público en el bolsillo desde el minuto 1 con sus rimas, sus chistes, sus canciones, sus bailes y sus improvisaciones. Y los niños responden. Algunos demasiado, como la pobre Rocío que casi se queda sin voz al intentar hacerle entender a Boquerón por dónde se había ido su capitán. 

Timaginas toma todos los recursos clásicos del teatro infantil, del guiñol, de los payasos... recursos brillantes que, como dirían Boquerón, "no se pasan". Y da gusto ver a los niños divertirse con algo vivo y real, con actores entregados en cuerpo y alma a su diversión. Si les digo la verdad, hasta sufrí un poco al pensar en el esfuerzo físico que hacían Andrea y Armando (con su hernia lumbar en la L4, que no es la línea de metro Argüelles-Pinar de Chamartín, sino una vértebra). 

Pero los Piratas no se quedan en la tradición, nos traen un espectáculo moderno con toda clase de referencias actuales en chistes y canciones, porque los niños de hoy saben mucho. No les digo más que Rocío dirigió a Boquerón al backstage. Al backstage, así, con todas las letras.

Háganme caso, y lleven a sus niños al Caribe, quiero decir, al teatro. Es probable que se lo agradezcan, pero lo que es seguro es que ustedes se lo van a agradecer a ellos. ¡Y corran, que están pocos días!

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