Dos visiones en los dos últimos días:
AUTOTROMPETISTA
Un hombre, más joven que mayor, en su vehículo comercial, más coche que furgoneta, parado en medio del tráfico, más por el semáforo que por un atasco, aprovecha el tiempo y, en lugar de tocar la bocina impacientemente tratando de que el primer coche salga como un resorte en cuanto cambie el disco, saca su instrumento y ensaya con él. Suerte tiene de que sea una trompeta y no un contrabajo o un piano de cola, pero la sorpresa para mí es igualmente mayúscula. E igualmente mayúscula la simpatía que despierta en el trompetista que pude ser. Más renuente que frustrado, me considero un aficionado tramposo que cogió el atajo de la imitación. Ya sé que no es lo mismo. ¡Bravo por el trompeta!
PERRO SALTARÍN
Un perro blanco y peludo de esos samoyedos de zonas frías cruza un paso de cebra con alegres saltitos, quizá contento de que el verano se acabe y anticipando otro invierno helador más adecuado a su constitución y abrigo. Corre como al trote, con una gracia especial, como de puntillas. Se diría un perro bailarín. No es muy grande, aventuro que es cachorro. Detrás de él, a tres o cuatro metros, pasa su dueña, sujetándolo con una correa ni floja ni tirante, con la tensión justa y, sobre todo, constante. Ni el perro la arrastra tras él ni tampoco pierde el ritmo el animal, de modo que la cuerda caiga fláccida al suelo. La mujer no es vieja, pero tampoco una jovencita, y se mueve acompasada al paso ligero de su amigo. Cruza con una extraña carrera que es rápida, pero no tiene prisa, sin casi tocar el suelo. La ciudad, por unos instantes, no hace ruido.
7 comentarios:
Álvaro, dos preciosos poemas en prosa. El segundo sobre todo. Ése es el camino... ¿De ida o de vuelta? No olvides al Dante: "En medio del camino de la vida...".
¿Qué buscas o qué encuentras? Hoy has hallado (y nos regalas) dos bellas poesías. Grande abrazo de PEDRO.
Qué alegría verte en los comentarios, Pedro. Otro abrazo para ti.
¿Cuándo vas a escribir un libro?
Da vergüenza leer ciertas cosas y que tú hagas esto gratis.
No lo hago gratis, Juan LFC. Blogger me paga un sueldazo. ¿A ti no?
Es broma. Gracias por tu comentario.
Hombre, hombre, cuanto tiempo sin entrar por aquí. Espero desde ya un post titulado "Ganas de granada".
No he vuelto a ver a nadie comer pistachos con tanta armonía como usted.
Si cierro los ojos puedo oír su trompeta... Mejor los abro.
Saludos de Alberto (el de La Tira)
Me alegra verte por aquí, Alberto, bienvenido.
Después de entrar en mi blog no podrás sacarte de la cabeza la melodía de Sing, sing, sing.
Lo que más me gusta en estas situaciones es pensar que ni el trompetista ni la mujer ni el cachorro se imaginarán siendo protagonistas de la observación de alguien. Observación que a través de internet se hace internacional
Me gustan esas pequeñas intrascendencias.
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