Yo iba para Raúl, un nombre que podría ser de origen francés y significar "atrevido en la guerra", pero no soy atrevido ni en la paz. En la guerra, me temo, saldría corriendo. Ante la posibilidad de morir matando, prefiero ni morir ni matar. Quien combate y huye vive para combatir de nuevo.
Mis tíos, que me apadrinaron, sugirieron el nombre de Álvaro y a mis padres les pareció bien. Álvaro es un nombre de origen germánico que viene de las raíces all (todo) y wars (prevenido), y, como mi propio nombre indica, soy una persona bastante prudente y prevenida.
¿Esta identificación entre el nombre y la cosa fue un misterioso acierto de mis padres y padrinos que, sin saber, conocieron mi carácter? ¿O, al contrario, he desarrollado una personalidad por la sutil influencia de mi nombre? ¿Es posible que el significado del nombre esté tan asociado a su forma, su sonido y su grafía, que conformen un todo que nos pueda influir? ¿Sería más arrojado de haberme llamado Raúl? Pero entonces, ¿son todos los raúles belicosos y timoratos los álvaros todos? Quizá sí, pero no todas las personas sean igualmente sensibles a las influencias. ¿Yo lo soy? En ese caso, ¿me cambiaron el destino? Cómo saberlo. ¿A mejor o a peor? Chi lo sá. ¿Habrá en mi lugar un Álvaro frustrado devenido Raúl para cubrir mi falta?
Sin embargo, se sugiere también un origen germáncio del nombre de Raúl, según el cual significaría "consejero valiente", lo que no abriría tanta brecha entre mi vida actual y mi destino original... aunque lo cierto es que tampoco recuerdo que mucha gente me pida opinión ni que sea valeroso cuando la doy.
Al menos puedo confiar en que la fecha en que nací fue la que me correspondía y no fue manipulada por los médicos para adelantarla y poderse ir de puente. Nací en lunes.
(¿Y no he hablado yo de esto alguna vez?)